¡Buenos días croneros! Hoy queremos dedicar nuestro post a todos aquellos croners que sean o quieran ser profesores. A continuación os mostraremos 10 trucos o consejos para ser un buen profesor, atentos:
1.- Lo más importante es una buena relación: Tenemos que crear un ambiente y una comunicación cercana y de confianza con nuestro alumno, que se encuentre cómodo con nosotros y que pueda contar con el profesor para lo que necesite. Ejemplo: Ofrecer documentación personalizada, crear un canal de comunicación para dudas como el whatsapp o el correo, aprender que estímulos motivan más a nuestro alumno…
2.- No cerrarse a las nuevas tecnologías: Muchos profesores pecan de no actualizarse con las nuevas herramientas que hoy en día nos ofrece internet y otros medios. Es importante el reciclaje y estar informado de los últimos programas del mercado para la docencia. No debemos obsesionarnos con las herramientas tradicionales y abrirnos a nuevos avances y programas que nos facilitarán en gran medida nuestro trabajo y el del alumno.
3.- Conoce y trabaja con otros docentes: Mantenerte al día con profesionales dentro de tu sector, crea un circulo de compañeros con los que poder comentar, valorar y mejorar tus cualidades. El contacto con personas con el mismo trabajo que tú te ayudara a tener una visión externa y objetiva de lo que haces y como lo haces.
4.- Un buen profesor busca calidad sobre cantidad: No se valora tanto el trabajo duro y lo bien que se hagan las cosas, sino el aprendizaje en si y como les ayuda a entender la asignatura. Un buen profesor sabe cambiar de enfoque cuando es necesario para mantener la atención de sus alumnos, y para ello es imprescindible tener un buen nivel de empatía.
5.- Explica el por qué de las cosas: No sirve de nada hacer algo porque si, tenemos que explicar el por qué de las cosas y su función. No queremos que nuestro alumno memorice, queremos que aprenda y entienda lo que se le esta enseñando y sepa hacer uso de esa información.
6.- Aprender a ser un buen conversador: Un buen profesor es capaz de formular las preguntas oportunas en los momentos oportunos. Saber que decir y como decirlo es el camino para despertar el interés del alumno y fomentar una escucha activa. La mejor forma de que una clase sea efectiva es que el alumno fomente y motive al profesor con preguntas y dudas, pero para ello tenemos que crear antes un ambiente motivador para el alumno y que genere curiosidad.
7.- La reflexión como autocrítica: Para ser un buen profesor debemos ser capaces de reflexionar sobre nuestros errores e incluso sobre los errores de nuestro alumno. No hay ningún profesor perfecto igual que no existe el alumno perfecto, pero debemos ser analíticos y autocríticos con nuestros métodos y nuestros objetivos, y estar preparados para tomar una decisión o un cambio de estrategia en función de los obstáculos que puedan surgir.
8.- Olvídate del orgullo: El profesor no es un dios, no lo sabe todo, y no lo hace todo bien. Reconocer nuestros propios errores y pedir disculpas es una forma de demostrar que somos humanos, que somos realistas y profesionales en lo que hacemos y que somos conscientes de que no siempre hacemos las cosas bien, pero lo realmente importante es darse cuenta y cambiarlo. Un alumno siempre agradecerá la honestidad y la capacidad de reconocer un error propio como un valor positivo.
9.- Todo comunica, aprende a controlarlo: No solo debemos saber hablar, que decir, y como decirlo, también existen el lenguaje corporal más difícil de controlar pero no menos importante. Sentarnos correctamente, ayudarte de las manos para tus explicaciones, utiliza las expresiones faciales para mostrar un feedback al alumno sin tener que contestarle, evita tics como mover la pierna, morderte las uñas o tocarte el pelo…
10.- Tu eliges, así que hazlo bien: Tu decides que es importante y que no. Es una gran responsabilidad como docente porque no siempre es fácil saber en que tema debes focalizar tus esfuerzos. Prepárate siempre el temario, analiza la situación y los objetivos de tu alumno, y desarrolla una estrategia para que los alcance.
Y aquí os dejamos con todo un ejemplo, el profesor Walter Lewin dando clases de física a sus alumnos y demostrando los principios de la energía de una manera un tanto… ¿arriesgada?