Si tienes un felino como mascota te habrás preguntado alguna vez cuáles son las enfermedades más comunes en gatos, sus síntomas y sus tratamientos. En este extenso artículo te contamos cuáles son estas enfermedades y cómo actuar contra ellas. Si, por el contrario, te interesa conocer las enfermedades más comunes en perros, sigue este enlace.
Enfermedades más comunes en gatos: síntomas y tratamientos
Otitis
La otitis felina consiste en la inflamación del epitelio que recubre el conducto auditivo y del pabellón auricular. Sus principales síntomas son el dolor en la zona y la pérdida de audición temporal, además de frecuentes sacudidas de la cabeza, inclinación de la cabeza, picores, hinchazón, mal humor, abundante cerumen…
Su contagio suele producirse cuando el gato se encuentra con las defensas bajas, y sobre todo en primavera y verano al aumentar la humedad del ambiente. Los principales agentes de contagio son los ácaros del oído, que transmiten la infección mediante el contacto directo con un felino infestado. A veces también puede generarse a raíz de un traumatismo o una infección bacteriana producida por un cuerpo extraño.
Para prevenir esta enfermedad es importante que los oídos del gato estén siempre limpios y no pasen mucho tiempo húmedos. Una vez infectado el felino habrá que seguir todas las indicaciones del veterinario para deshacernos de la infección. Normalmente recetará medicamentos óticos y tópicos, además de limpiezas con suero fisiológico.
Peritonitis felina
La peritonitis infecciosa felina es una enfermedad que puede llegar a ser mortal si no se trata adecuadamente. Esta infección es causada por un coronavirus felino, y, aunque es muy frecuente en los gatos, la mayoría de veces no llega a provocar nada más allá de una diarrea. El problema es que en ocasiones el virus puede mutar y producir la enfermedad llamada PIF.
Esta infección es muy común en espacios en los que conviven muchos gatos y se transmite mediante las heces. Los gatos se infectan al ingerirlo cuando se lamen o cuando comen, y excretan el virus en las heces durante un periodo de tiempo variable.
Para prevenir la peritonitis felina es recomendable no contar con más de cinco gatos en un mismo espacio, evitar los factores de estrés, controlar los parásitos y aplicar todas las vacunas. Si la peritonitis no muta se podrá tratar con medicamentos comunes recetados por el médico. Pero si muta en PIF, la mayoría de los casos son incurables y tan solo se podrán mitigar los síntomas a base de antiinflamatorios estimulantes del apetito.
Rabia
La rabia no es una enfermedad muy común en gatos, pero existe. Y además es muy peligrosa, ya que no tiene cura y suele ser mortal. Hay que prevenir esta enfermedad si el gato sale mucho de casa y entra en contacto con otros animales.
Esta es una enfermedad infecciosa vírica grave, ya que afecta al sistema nervioso central causando encefalitis aguda. Se contagia a través de la mordedura de un animal infectado, o a partir de las heridas producidas durante una pelea con un animal afectado de rabia. El virus está presente en la saliva de estos animales, por eso algo tan simple como una mordedura es suficiente para transmitirlo.
Los síntomas son irritabilidad y comportamientos violentos, exceso de salivación, fiebre, vómitos, pérdidas de peso y apetito, convulsiones y parálisis. Prevenir la rabia es tan fácil como administrar una vacuna antirrábica a los tres meses de edad. Normalmente estas vacunas se suelen aplicar más a los perros, pero no dudes en pedirla a tu veterinario si tu gato tiene tendencia a salir de casa y relacionarse con otros animales.
Conjuntivitis
Esta es una de las infecciones más comunes en gatos, y se puede dar a cualquier edad. Consiste en la inflamación de la mucosa del ojo, y si no se trata a tiempo el felino puede llegar a perder la vista.
Se puede contagiar a través de infecciones oculares, alergias al polvo o al polen, enfermedades del sistema respiratorio, suciedad, traumatismo o problemas genéticos. Sus principales síntomas son el enrojecimiento y el picor de de la zona, la hinchazón, el lagrimeo y la producción excesiva de secreciones.
La conjuntivitis es muy contagiosa, así que ante el mínimo síntoma no dudes en acudir al veterinario. En cuanto a los remedios, además de los indicados por el profesional siempre puedes ayudar a bajar la infección mediante suero fisiológico y una gasa esterilizada (nunca utilizar algodón). En vez de suero también puede aplicarse manzanilla o infusión de tomillo.
Neumonitis felina
La chlamydia psittaci es un organismo microscópico que puede producir una enfermedad llamada neumonitis felina. Esta consiste en una infección respiratoria alta que no se considera mortal, pero que necesita ser tratada porque puede causar deshidratación del felino.
Esta neumonitis no afecta a los pulmones en sí como una neumonia, si no al aparato respiratorio en general. Normalmente suele causar conjuntivitis y renitis, afectando a nariz y ojos en la mayoría de casos.
Esta infección se transmite por contacto directo y objetos contaminados, siendo los principales focos de contagio las cajas de arena y las jaulas. Aún así, se suele dar más en gatos que suelen salir de casa y es menos común en felinos caseros. Su tratamiento consistirá en el consumo de antibióticos orales administrados por el
Moquillo
La panleucopenia felina o moquillo es una enfermedad grave vírica que además es muy contagiosa. En gatos menores de un año que no hayan sido vacunados puede ser mortal, así que es muy importante vacunarles a tiempo para poder prevenirlo.
El causante de esta enfermedad es el parvovirus felino. Puede sobrevivir hasta un año en diversos ambientes, por lo que todos los gatos, vivan siempre en casa o salgan al exterior, pueden contagiarse.
Sus principales síntomas son vómitos, fiebre alta, depresión, diarrea, ictericia, deshidratación y falta de apetito. Una vez adquirida su tratamiento es complicado, y la mayoría de gatos jóvenes no sobreviven a ella. Aún así el veterinario recetará un tratamiento sintomático para intentar ayudar al animal a superar la enfermedad. Lo más efectivo es, como hemos comentado, prevenir la enfermedad vacunando al felino desde sus primeros meses de vida.
Leucemia felina
La leucemia es un tipo de cáncer que al igual que afecta a humanos, puede afectar a los felinos. Se contagia por contacto de los fluidos corporales, como la saliva, la orina o la sangre. Suele ser más frecuente en ejemplares jóvenes, y es potencialmente mortal.
Los principales síntomas de la leucemia felina son la anemia, la aparición de tumores, empeoramiento del pelaje y heridas, fiebre alta, debilidad, falta de apetito y somnolencia.
Esta enfermedad no se puede curar y se convierte en crónica. El felino podrá llevar una vida normal si se controla la infección y se le da un tratamiento especial, con una dieta equilibrada, una vida tranquila y los medicamentos adecuados. Para prevenir esta enfermedad se puede vacunar al gato con una inyección específica contra la leucemia felina.
Cistitis
Esta infección es muy común en gatos y afecta a sus vías urinarias, tal y como pasa en humanos. Sus principales causas son una infección bacteriana, la obesidad, un cáncer de vejiga, la falta de agua y el estrés.
Sus síntomas más comunes son el dolor al orinar (lo indicará maullando o mostrando dolor), molestias y picor en la zona genital, orinar muchas veces aunque sean solo unas gotas, orinar con esfuerzo y orinar fuera de la caja de arena.
Si el veterinario determina que la cistitis está provocada por una infección bacteriana o vírica, recetará antibióticos para acabar con ella. Además, es muy importante que el gato beba bastante agua y se cuida su alimentación durante el tratamiento.
Rinotraqueitis felina
La rinotraqueítis felina es una enfermedad que afecta al sistema respiratorio y es muy contagiosa. Puede ocasionar la muerte o dejar secuelas de por vida. Esta es transmitida por los virus herpesvirus felino y calicivirus felino.
Suele afectar más a gatos jóvenes, y estos son sus principales síntomas: estornudos, pérdida de apetito, apatía, fiebre, lagrimeo, úlceras bucales, mucosidad abundante y dificultad para respirar.
Esta enfermedad tiene cura siempre que se reciba el tratamiento adecuado por parte del veterinario. Antibióticos, reposición de líquidos y electrolitos en caso de deshidratación, antiinflamatorios…
Inmunodeficiencia felina
La inmunodeficiencia felina es comúnmente conocida como el sida felino. Suele afectar a los gatos adultos no esterilizados y puede llegar a ser mortal. Su contagio se produce a través de la mordedura de otro animal infectado, y es imposible prevenirla mediante vacunación.
Sus principales síntomas son las infecciones en la boca, pérdida de peso, infecciones intestinales y patologías respiratorias. Si el veterinario detecta que el gato está infectado de este virus es importante evitar su exposición a cualquier agente infeccioso, ya que este podría causarle una grave enfermedad o incluso la muerte al estar muy bajas sus defensas.
Esta enfermedad no tiene cura, pero se pueden intentar aliviar los síntomas del felino mediante tratamientos antimicrobianos, suministro de fluidos intravenosos, transfusiones sanguíneas, suplementos dietéticos, corticosteroides…