Cómo instalar una puerta de garaje paso a paso

Instalar una puerta de garaje es una inversión. Hay que contar con el gasto que supone comprar la puerta, pero también con el coste de la mano de obra. Sin embargo, puedes ahorrarte esto último si tienes nociones de bricolaje y algo de habilidad. Desde Cronoshare te contamos cómo instalar una puerta de garaje.

Es posible que te preguntes cómo se instala una puerta de garaje para averiguar si podrías realizar el trabajo por tu cuenta. Sigue leyendo si quieres conocer el proceso de instalación de una puerta de garaje.

Cómo instalar una puerta de garaje

Lo primero que tienes que saber es que la instalación va a depender del tipo de puerta que hayas escogido.

En este artículo vamos a explicarte de forma resumida cómo se instala una puerta de garaje seccional, que es una de las opciones más populares, aunque puede servirte de orientación para instalar puertas de otros tipos.

Instrucciones para instalar una puerta de garaje seccional

1. El primer paso es medir el hueco donde se va a instalar la puerta. Es importante que tengas estas medidas claras para evitar cualquier problema con la puerta que decidas comprar.
2. La siguiente tarea por realizar es montar el premarco, es decir, las dos barras metálicas verticales unidas a otra horizontal que van a funcionar como dintel de sujeción. Hay que aplomarlo con la ayuda de unas cuñas y un nivel, y se debe señalar dónde se tendrá que taladrar más adelante para sujetarlo.
3. Ahora toca montar el marco principal. Para ello hay que montar las guías verticales y curvas del marco, que deben quedar unidas a las verticales del premarco y la barra trasera que le da forma de ‘U’ a la estructura. El resultado final debe quedar en forma de portería una vez que las guías queden unidas. En este paso debes es necesario utilizar un nivel y una escalera.
4. A continuación toca colocar la barra trasera para cuadrar las esquinas. Este paso es muy importante porque si la estructura no está bien cuadrada, el panel puede rozar en la guía y evitará que suba la puerta. Para hacer esto hay que sujetar las guías al techo.
5. Hay que asegurarse de que la puerta hace todo su recorrido. Antes de colocar del todo los marcos verticales, es importante comprobar que por dentro de las guías verticales la puerta va a ser capaz de hacer su recorrido de arriba a abajo. También hay que fijarse en que exista la misma distancia en toda su longitud.
6. El siguiente paso es poner los tirantes que van al techo. Hay que utilizar unos ángulos ya taladrados y en forma de ‘T’ que se sujetan al techo y se debe utilizar el metro para colocarlos. Estos cuadrarán el hueco para que no descuadre la puerta. Para sujetarlos se pueden usar tornillos de expansión cuando el techo sea de hormigón.
7. Lo siguiente será colocar los ejes y rodamientos en el riel vertical. Se necesitará la ayuda de un destornillador. Hay que colocar los extremos del eje en los rodamientos laterales y fijar al frente el soporte central de este. También hay que colocar las gomas de estanqueidad. Es necesario ir ensamblando los paneles y sujetar los herrajes a sus bisagras. Es importante dejar algo de holgura con las ruedas al colocar unos encima de otros.
8. Por último, queda presionar y calibrar. Hay que pasar los cables por las poleas y sujetarlo de forma que los muelles tengan la presión adecuada. Los cables quedarán tensados a los rodillos. Ya solo queda empujar hacia arriba todos los paneles laterales y comprobarlos.

Este es el procedimiento para instalar la puerta. Si consideras que te va a resultar demasiado complicado puedes contactar con un profesional haciendo clic aquí.

Es cierto que, independientemente de la puerta que compres, lo más habitual es que venga con sus respectivas instrucciones de instalación. Sin embargo, nuestra recomendación es que cuentes con ayuda experimentada si no tienes muy claro cómo realizar el trabajo.

Cuando se instala una puerta de garaje la pretensión es que dure muchos años, pero una mala instalación puede ocasionar muchos problemas en el futuro, tanto de funcionamiento como de seguridad.

Cómo automatizar una puerta de garaje

Hasta ahora te hemos explicado como llevar a cabo la instalación de la puerta. No obstante, cada vez más personas buscan la comodidad de una puerta de garaje automatizada.

Si este es tu caso, puedes intentar automatizar la puerta por tu cuenta. Para ello debes adquirir e instalar un motor. Como ocurría en el punto anterior, el motor a instalar dependerá del tipo de puerta que hayas escogido.

Nosotros vamos a contarte cómo instalar un motor en una puerta de garaje basculante, ya que se trata de otra de las alternativas más populares.

Uno de los aspectos que debes conocer sobre este tipo de puerta es que no están exentas de riesgos. De hecho, una de las averías más habituales tiene que ver con la rotura de los muelles o cables que las sujetan.

Por este motivo cada vez más gente opta por automatizarlas, ya que consideran que es una forma de aumentar su seguridad y fiabilidad.

Instrucciones para automatizar una puerta de garaje basculante

Los pasos a seguir para instalar el motor y automatizar una puerta de garaje basculante son los siguientes:

1. Lo primero que hay que hacer es montar el raíl o caña del motor. Por lo general, este suele ir dividido en varias piezas. Es importante comprobar que la cadena o cinta de tracción esté bien instalada y se mueva correctamente.
2. El siguiente paso es fijar el raíl al eje de la puerta.
3. A continuación llega el momento de colocar el motor en el techo y conectarlo a la red eléctrica. Hay que ensamblar el motor al raíl, y la parte delantera de este al soporte del motor. Después hay que levantar el motor hasta que esté nivelado y fijarlo al techo. Por último, hay que conectar el motor a la red eléctrica. Ten en cuenta que esta conexión tiene que ser de buena calidad para evitar problemas en el futuro.
4. El último paso es fijar el raíl al motor y a la puerta. En concreto, hay que fijar el brazo que sale del raíl al anclaje de la puerta.

Como puedes ver, se trata de un procedimiento de cierta complejidad, por lo que la mayoría de personas deciden contratar a un profesional que se encargue de la instalación.

Si después de conocer el proceso de instalación has decidido contratar a un experto, puedes pedir presupuesto de forma gratuita desde este enlace.

Evidentemente, este es un ejemplo de instalación enfocado hacia las puertas de garaje basculantes. Pero, como ya hemos mencionado, puedes automatizar cualquier otro tipo de puerta: corredera, abatible, etc.

En cualquier caso, nuestro consejo es que cuentes con la ayuda de una persona entendida en la materia.

Consejos de mantenimiento para puertas de garaje

Después de realizar todo el esfuerzo relativo a la instalación, las puertas de garaje suelen quedar expuestas a las condiciones climáticas. Esta exposición puede terminar afectando a su funcionamiento, y es una pena que ocurra cuando puede evitarse.

Por ejemplo, en el caso de las puertas automáticas, las bajas temperaturas pueden hacer que la velocidad del motor disminuya. Esto provoca que, en ocasiones, la puerta no se abra o cierre del todo.

La solución en este caso es cambiar la configuración del cuadro de maniobras para darle más margen de tiempo a la puerta para que complete la apertura o cierre.

Otro problema potencial es la humedad. De hecho, puede provocar deterioros en el motor de las puertas automáticas, sobre todo si este se instala en el exterior. Por eso es importante que revises las juntas y compruebes su buen estado.

A continuación te ofrecemos algunos consejos generales de mantenimiento para tu puerta de garaje:

• Revisa la puerta periódicamente para garantizar su buen estado. Lo ideal es revisarla cada tres meses aproximadamente.
• Asegúrate de que la puerta siempre esté bien lubricada, y revisa los sistemas de rozadura (bisagras, cerradura y pestillos) para evitar desgastes y ruidos.
• En relación a las puertas correderas, hay que mantener las guías bien limpias ya que la hoja circula por ellas; es una forma de evitar obstrucciones.
• También es conveniente vigilar los muelles y que compruebes si han perdido tensión, por si fuera necesario volverlos a ajustar.

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