Hoy en día muchas de las reformas que se llevan a cabo en las viviendas van encaminadas a conseguir un mayor aprovechamiento del espacio. Siguiendo esta tendencia, tener un dormitorio en el altillo está muy de moda en aquellos hogares que cuentan con techos los suficientemente altos.
En los últimos años algunos pisos antiguos de gran tamaño se han dividido en varios apartamentos pequeños a fin de poder venderse mejor. El inquilino se encuentra en algunos casos con muy poco espacio pero, al mismo tiempo, con techos muy altos, al modo de las construcciones de la primera mitad del siglo XX.
Una propuesta para sacar partido al espacio consiste en reformar el apartamento consiguiendo un espacio abierto más amplio y aprovechar la altura para construir un dormitorio en el altillo.
En muchos casos, las divisiones internas de estos apartamentos no son muros de carga, sino que han sido construidas posteriormente. Es posible que incluso sean de pladur, por lo que no suele ser un problema crear un único espacio.
Se pueden englobar la cocina y un gran salón, dejando separado tan solo el baño. O, si así se prefiere, mantener un salón con cocina y baño independientes para adaptarnos al diseño de la casa y también a nuestros gustos personales.
Ventajas de tener un dormitorio en el altillo
Contar con un dormitorio abuhardillado o en un altillo puede ser muy beneficioso para los dueños del inmueble. Hemos resumido las principales ventajas para que puedas conocerlas:
- Intimidad: Es la principal ventaja de este tipo de dormitorios. Nos permite tener un espacio propio en el que sentirnos resguardados y a salvo de cualquier mirada indiscreta.
- Optimización del espacio: Esta es otra ventaja evidente. Sobre todo si tenemos techos muy altos, colocar una habitación en un altillo nos permitirá aprovechar el espacio que queda libre con otro tipo de estancias (un vestidor, una librería, un despacho, etc.).
- Mejor descanso: Una buhardilla o un altillo suelen garantizar un buen descanso ya que la luz del sol no llega a estos espacios con tanta facilidad. En general, ayudan a reducir estímulos externos que puedan afectar a nuestras horas de sueño.
Como ves, construir un altillo para poner un dormitorio puede ser una muy buena elección si estás pensando en reformar tu casa. Y, si ya dispones de un espacio extra, como una buhardilla, puede ser el momento de sacarle partido y montar un dormitorio abuhardillado.
Cómo diseñar y construir un dormitorio en un altillo
A la hora de construir un altillo hay que tomar en consideración varios aspectos.
Ubicación y distribución
Evidentemente el primer paso para construir un altillo consiste en determinar dónde se va a ubicar y cómo se va a distribuir el espacio.
Si dispones del espacio suficiente como para crear una entreplanta no habrá ningún problema. De hecho, es una alternativa muy utilizada en los locales comerciales transformados en viviendas, dado que suelen tener techos muy altos. Sin embargo, si no es así, siempre puedes concebir un sistema de alturas partidas.
Sea como sea, antes de iniciar cualquier tipo de obra, es conveniente que consultes la legislación vigente sobre el tema en cuestión. De esta forma te asegurarás de respetar las alturas mínimas que se hayan podido establecer.
Esto puede parecer muy complicado, pero siempre puedes pedir el asesoramiento de los profesionales que contrates o acudir al Ayuntamiento para solicitar información.
En cualquier caso, el altillo no debería ser excesivamente grande, ya que de lo contrario puede causar un efecto de techo bajo muy poco atractivo.
Lo ideal sería que en ningún caso ocupara más que la mitad del salón. El espacio debería ser el justo para que puedan ir situadas la cama y las mesillas, y bajo el altillo se puede habilitar una zona de estudio o colocar el sofá.
Estructura
Otro factor clave tiene que ver con la estructura. Para la construcción de esta altura existen estructuras metálicas.
Pero, sin dudas, el material más recomendable es la madera, por su valor estético, su resistencia y porque si algún día nos arrepentimos de la obra podemos desmontarla de una forma relativamente sencilla. Además, siempre puedes encontrar carpinteros experimentados que te ayuden a conseguir el resultado que deseas.
Los altillos de obra son quizás los más económicos, pero solo debemos inclinarnos por esta opción si estamos muy seguros de que no vamos a cambiar de idea sobre la distribución de la casa.
Si el altillo se quiere colocar apoyado en un tabique, lo mejor es optar por una estructura independiente. De otro modo podrían transmitirse cargas que, a su vez, podrían provocar fisuras en las paredes.
Escaleras
Las escaleras hacia el altillo pueden ser también muy diferentes en función del espacio y de la decoración.
Puedes escoger desde una escalera sencilla que apenas ocupa espacio, ideal para los apartamentos más reducidos, hasta una escalera más ancha en la que se puedan aprovechar los escalones para contar con una zona de almacenaje.
Como es lógico, la comodidad de la escalera vendrá dada en función de su inclinación y de la altura de los peldaños (aunque esto dependerá del espacio disponible).
Para ganar en seguridad siempre es recomendable poner una barandilla o un pasamanos en la pared.
Iluminación
Hay que tener en cuenta tanto la iluminación natural como la artificial:
- Iluminación natural: Ya hemos indicado que un altillo o una buhardilla es un espacio al que no suele llegar demasiada luz natural. Sin embargo, si existe la posibilidad, puedes plantearte abrir una ventana para mejorar la ventilación de la estancia. Si estudias bien todas las posibilidades tal vez ganes algo de luz natural también en la planta baja.
- Iluminación artificial: Pueden surgir algunos problemas para colocar lámparas colgantes, sobre todo en los techos abuhardillados. Recuerda que siempre puedes escoger lámparas de pie o para las mesitas de noche. El objetivo es que consigas una buena iluminación.
Otros aspectos a tener en cuenta
Para todos estos trabajos es conveniente contar con la experiencia de verdaderos profesionales en la materia. Puedes aprovechar para solicitarles que incorporen algún tipo de aislamiento para intentar amortiguar el ruido de las pisadas.
Por otro lado, una vez que la obra haya terminado llegará el momento de amueblar la estancia. Para ello es importante tener en cuenta la altura e inclinación del techo.
Es posible que queden algunas zonas en las que no sea posible ponerse en pie. Una buena forma de aprovecharlas es colocando muebles a medida o un bonito sofá.
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