No hay nada que preocupe más a los padres que la salud de sus hijos. Esto incluye también su salud mental y los distintos trastornos psicológicos que los menores puedan llegar a parecer. Pero no siempre está claro cuándo es necesario contar con ayuda profesional. Por eso, desde Cronoshare respondemos a la gran pregunta: ¿Cuándo acudir a un psicólogo infantil?
Como padres, todos queremos que nuestros hijos crezcan felices y sin preocupaciones. Sin embargo, en ocasiones pueden aparecer problemas de conducta, dificultades de aprendizaje o una falta de habilidades sociales que activan la señal de alarma.
Es en esos momentos cuando muchos progenitores se plantean ir al psicólogo, y surgen dudas sobre si es realmente el momento o si con el tiempo esos problemas mejorarán.
¿Cuándo acudir a un psicólogo infantil?
Lo primero que tienes que pensar es que los niños pequeños atraviesan distintas fases durante su crecimiento; esto es algo totalmente normal y no quiere decir que tu hijo tiene un trastorno.
En este sentido, antes de acudir a un psicólogo es importante que te preguntes si el comportamiento de tu hijo o hija se corresponde con su edad o no.
Por ejemplo, el sistema nervioso de los niños no alcanza suficiente madurez hasta los siete años. Por lo tanto, es normal que antes de llegar a esta edad tengan dificultades para concentrar su atención durante largos periodos de tiempo, así como para recordar órdenes o para controlar su comportamiento cuando están excitados.
Es cierto que es posible que tu hijo o hija presente un comportamiento normal para su edad, pero que esta conducta condicione su vida y le produzca malestar. En estos casos también puede ser recomendable acudir a un profesional.
En algunas ocasiones lo que ocurre es que la conducta del menor está relacionada con su personalidad. No hay que perder de vista que cada niño es un mundo y tiene un carácter propio que le define y le diferencia del resto.
Y otras veces el problema tiene su origen en los propios padres. Exigir demasiado a un niño es igual de malo que sobreprotegerlo o coartarlo, y son conductas de las que los propios padres ni siquiera son conscientes la mayoría de las veces.
No obstante, es cierto que en ocasiones es posible detectar señales que nos indican que es necesario contar con un psicólogo infantil. Te lo contamos a continuación.
Síntomas de que un niño necesita ir al psicólogo
Nos gustaría resaltar de nuevo que cada niño supone un caso especial. Sin embargo, las siguientes pistas suelen significar que es necesario contar con ayuda especializada:
- Estado de ánimo: De pronto el menor se muestra triste, apático, irritable…
- Conducta: Su comportamiento se ha vuelto muy difícil de manejar. Es desobediente, agresivo o desafía a la autoridad. El cambio puede producirse también en el sentido contrario; es posible que muestre un apego excesivo y una gran reticencia a separarse de sus padres, o una hipersensibilidad.
- Habilidades sociales: No tiene amigos o tiene problema para relacionarse con el resto de niños. Esto puede tener varias causas; es demasiado tímido, demasiado violento, no tiene interés, etc.
- Sueño: En relación al sueño pueden aparecer varios problemas. Es posible que no pueda dormir porque sufra insomnio, pesadillas o terrores nocturnos. Otro problema habitual es la enuresis, es decir, la micción involuntaria. Sin embargo, existen tratamientos psicológicos para tratar estas cuestiones.
- Alimentación: El niño o niña presenta problemas con la comida.
- Aprendizaje: Muestra cierto retraso en el desarrollo del habla o del lenguaje.
- Ámbito escolar: Le cuesta concentrarse, se aburre con facilidad o muestra ansiedad.
- Trastornos físicos: La niña o niño tiene tics y otros trastornos sin causa médica evidente (dolores de cabeza, problemas en la piel, náuseas, vómitos, malestar general, etc.
- Otros problemas: indicios de acoso escolar o abuso sexual, físico o emocional; en resumen, acontecimientos traumáticos (problemas de adaptación tras un divorcio, muerte de un familiar, etc.)
Todas estas señales suelen ser indicadores de que algo no marcha bien y de que es conveniente buscar la ayuda de un psicólogo infantil.
¿Qué hace un psicólogo infantil?
Antes de nada, lo más habitual es que el psicólogo infantil realice una entrevista con los padres. Este primer encuentro le servirá para determinar cuál es el motivo de la consulta y para poder ofrecer algún tipo de orientación. Será en este momento cuando establezca si es necesario evaluar al menor para poder disponer de un diagnóstico.
A partir de aquí llevará a cabo el diseño de la intervención: si es necesario que la intervención se enfoque únicamente hacia el niño o niña, si es conveniente que esta incluya también a los padres… Incluso es posible que haya que fijar algunas medidas para que se lleven a cabo en el centro educativo correspondiente.
Sobre todo, lo que consigue un psicólogo infantil es acercarse al niño para conocerlo y llegar a entender cuáles son sus esquemas de funcionamiento cognitivo. Para ello cuida mucho el lenguaje y utiliza distintas estrategias, como juegos y dibujos.
De esta forma, es capaz de traducir esa información de cara a los padres, para que puedan entender cuál es la causa del comportamiento de su hijo. Pero su trabajo no se limita solo a esto, sino que también facilita herramientas para que los progenitores sepan cómo educar al niño y cómo gestionar las emociones.
Es por esto que la ayuda de un profesional puede llegar a ser indispensable para solucionar el problema. Un psicólogo infantil consigue que los padres vuelvan a sintonizar con su hijo y les enseña a interpretar de forma correcta sus señales para lograr que la dinámica familiar recupere la armonía.
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