Es posible que a la hora de enfrentarnos a una reforma en el hogar nos asalte la duda sobre el tipo de profesional que debemos contratar. Una de las preguntas más frecuentes suele ser:
¿Cuándo necesito un arquitecto?
La intención de este artículo es ayudarte a resolver esta duda para que puedas afrontar tus reformas con mayor decisión.
Si te interesa saber en qué circunstancias podrías necesitar un arquitecto sigue leyendo.
¿Cuándo necesito un arquitecto?
Los casos en los que es necesario que el profesional contratado tenga la titulación de arquitecto se regulan en la LOE (Ley de Ordenación de la Edificación). Si deseas consultarla puedes hacerlo aquí.
Pero para entendernos la verdad es que normalmente la figura del arquitecto se requiere únicamente para realizar aquellas obras de mayor envergadura. Un ejemplo claro en el que vas a necesitar un arquitecto es el de los proyectos de nueva construcción.
No obstante, es cierto que si estás pensando en llevar a cabo una reforma es fácil que te surjan más dudas sobre qué o a quién necesitas.
Para que te hagas una idea, el arquitecto se requiere para casos específicos en los que el edificio va a ver alterada su configuración arquitectónica. Es decir, aquellos cambios que produzcan una variación esencial.
En este sentido, cuando tus planes tengan por objeto realizar modificaciones sencillas como cambiar el suelo o los azulejos de una habitación, la ley no te obligará a contratar a un arquitecto.
Algunos ejemplos de acciones que supondrían modificar la estructura del edificio podrían ser añadir una habitación, cambiar puertas o ventanas de la fachada, cambiar tabiques o suprimirlos, etc.
¿Cuándo necesito un arquitecto?
Además, en determinadas situaciones será necesario solicitar una licencia de obra. De hecho, si la obra requiere algunas de estas actividades que acabamos de mencionar lo más probable es que sea necesario solicitarla.
Puedes contratar a un arquitecto para ayudarte con este problema, ya que para él no sería más que un trámite sin ninguna dificultad añadida.
Por otra parte, ahondando en el tema de las licencias de obras, es necesario saber que existe una licencia de obra mayor y una licencia de obra menor:
- Obra mayor: Cuando las actividades de reforma tienen carácter de intervención total y afectan de forma sustancial a la estructura. Incluiría cuestiones como las que ya hemos mencionado (abrir ventanas en la fachada, cambios que afecten a los muros de carga o pilares, etc.).
- Obra menor: Cuando la intervención constructiva es menor. Si desearas modificar el suelo o las paredes sería necesario solicitar una obra de este tipo.
En cualquier caso, el hecho de no estar obligado por ley a contratar a un arquitecto no quiere decir que no se deba buscar uno. Contratar a un profesional de estas características puede ser muy beneficioso, porque tendrá una visión del espacio distinta a la tuya y podrá aportarte soluciones alternativas.
¿Y el precio?
Si lo que te lleva a querer descartar la idea de contratar a un arquitecto es que temes lo que puede costarte, piensa que posiblemente puede ayudarte a abaratar costes.
Un arquitecto se encargará de coordinar el proyecto y su ejecución. También se encargará de que se ajuste de la manera más fiel posible a tu idea inicial. Además, la construcción siempre se adaptará a los planos y evitarás enfrentarte a posibles inconvenientes por una mala elección de los materiales.
El resultado final, por lo tanto, probablemente será bastante más barato de lo que podría serlo en caso de contar con un profesional menos preparado.
¿De qué se encarga el arquitecto en una reforma?
Para empezar a elaborar el proyecto
Esto lo hace en colaboración contigo, como cliente que le contratas. Te dará muy buenos consejos para optimizar el espacio, para aprovechar rincones o para conseguir un diseño más moderno de la vivienda.
Gracias a ese proyecto, ya elaborado en firme, podrás obtener unos presupuestos más firmes para la obra, ya que sabrás exactamente qué es lo que quieres hacer y no habrá improvisaciones.
Control del trabajo
Además de elaborar el proyecto el arquitecto puede encargarse de que todo lo que se ha acordado se haga tal y como se ha dicho y no haya problemas que luego repercutan en ti. Te evitarás tener que realizar reclamaciones porque él se encargará de asegurarse de que se realiza un trabajo de calidad.
Muchas veces suponemos que los constructores saben bien todo lo que tiene que ver con las obras, pero no pueden controlar todos los campos. Si la obra es muy importante, el control de un arquitecto será mucho mejor para todos.
Es especialista en servicios
Te puede dar consejos muy buenos sobre cómo realizar las instalaciones eléctricas, de gas o de calefacción de modo que todo quede mucho más optimizado y no se gaste dinero innecesariamente ni en la instalación ni más adelante debido, por ejemplo, a una mala distribución de radiadores.
También te puede dar consejos, en caso de vivienda individual, sobre energías renovables o qué hacer para que la casa sea mucho más sostenible. Por ejemplo, puede aconsejar sobre el aislamiento o el uso de placas solares.
Te aporta tranquilidad
Al contar con los servicios de un arquitecto sabrás que todo está supervisado y podrás descansarte totalmente. Una vez que el proyecto de la obra está realizado tu función habrá terminado y el será el que se encargue de que todo quede tal y como habéis acordado.
Algunas empresas de reformas tienen tan claro que el papel del arquitecto es básico para que haya una buena planificación de la obra y un buen control de la misma, que tienen a uno en nómina que se encarga de llevar las riendas de las reformas de mayor importancia.
En cualquier caso, contratando a uno independiente de tu total confianza tendrás la tranquilidad total de estar trabajando con alguien que conoces o de quien tienes grandes referencias que te ofrecen mucha seguridad en su trabajo.