En ocasiones los problemas de la vida pueden superarnos. Si estos problemas persisten es fácil que terminen afectando a nuestro cuerpo y nuestra mente. Puedes llegar a sentir que necesitas la ayuda de un profesional, y entonces llega el momento de plantearse cómo elegir un buen psicólogo.
A la hora de buscar una solución lo mejor es ponerse en manos de un buen profesional. En este artículo te damos las claves para ayudarte a encontrarlo.
Si sientes que ha llegado el momento de conseguir ayuda psicológica el siguiente paso es escoger un profesional. Pero, ¿cómo se puede distinguir un buen psicólogo del resto?
A continuación te ofrecemos algunos consejos que pueden servirte de ayuda.
Cómo elegir un buen psicólogo
Elegir un buen psicólogo no es una tarea fácil. Tienes que tener en cuenta diferentes aspectos para poder escoger el que mejor se adapte a tus necesidades.
Al final, el mejor psicólogo será aquel que sea capaz de ayudarte a resolver tu problema en concreto.
Comprueba que realmente sea psicólogo
Actualmente están surgiendo muchas corrientes alternativas para tratar los problemas emocionales. Algunos ejemplos son el reiki y las flores de bach. Sin embargo, por lo general estas personas no tienen ninguna titulación en psicología.
Por otra parte, existen muchas consultas de terapeutas o psicoterapeutas, pero con esto también debes tener cuidado. En muchos casos, aunque utilicen esta denominación la verdad es que no poseen el título oficial de psicología.
La única forma que tienes de asegurarte de que tu terapeuta ha cursado realmente la carrera de psicología es consultar que esté colegiado.
La mayor parte de los Colegios Oficiales de Psicología tienen directorios públicos de sus colegiados. Es tan fácil como entrar en la web del COP de tu comunidad autónoma y comprobarlo.
Comprueba que posee la especialización que necesitas
Existen diversas especialidades en psicología. Las siguientes son las más comunes:
- Psicología clínica o de la salud: Esta es la especialidad más conocida. Se encarga de estudiar las enfermedades mentales para encontrar los mejores tratamientos. Algunos problemas que puede tratar esta disciplina son: esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, adicciones, trastornos de personalidad, trastornos del control de los impulsos y trastornos disociativos.
- Psicología de la educación y el desarrollo: Trata de analizar y perfeccionar la enseñanza y el aprendizaje. Las actuaciones de esta especialidad pueden aplicarse en cualquier contexto, pero lo más habitual es que se desarrollen en centros como colegios e institutos.
- Sexología: Se aplica para aquellos problemas relacionados con la sexualidad y las relaciones sexuales. Algunos de los trastornos que tratan estos especialistas son: la aversión al sexo, la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, el vaginismo, trastornos de excitación sexual, etc.
- Psicología familiar y de pareja: Cada vez más psicólogos se especializan en este tipo de problemas. Se trata de estudiar los diferentes tipos de relaciones dentro de la familia para buscar estrategias que permitan mejorar su calidad. Por ejemplo, la terapia de parejas es un tipo de servicio muy habitual.
- Psicología del deporte: Esta especialidad estudia los componentes psicológicos relacionados con el deporte. A su vez propone tratamientos para mejorar el rendimiento psicológico y el deportivo.
- Psicología de las organizaciones y el trabajo: Intenta aplicar los conocimientos sobre el comportamiento humano al mundo laboral y, en concreto, al funcionamiento de las organizaciones. Este tipo de psicólogos suelen trabajar en los departamentos de recursos humanos de las empresas. Sus actividades se enfocan a mejorar el ambiente laboral e incrementar el rendimiento.
- Psicología de la publicidad o del marketing: Estudia el comportamiento humano y lo aplica en el diseño de los productos. Busca incrementar el impacto de la publicidad.
- Psicología Forense: Estos profesionales analizan los procesos delictivos realizando peritajes en los juicios. También preparan a los presos para su reinserción en la sociedad, evalúan el estado psicológico de quienes cumplen condena y ofrecen asesoramiento a los familiares.
- Neuropsicología: Estudian las regiones y el funcionamiento cerebral. Investigan los efectos de diferentes daños y lesiones. Algunos ejemplos donde se aplica esta especialidad son los traumatismos craneoencefálicos, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades neurodegenerativas y las patologías del desarrollo.
- Psicología social: Esta especialidad estudia cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas se ven influenciados por la presencia de otras personas. Se aplica en contextos laborales, en relaciones internacionales, en actividades políticas y jurídicas, etc.
A la hora de elegir un psicólogo lo mejor es comprobar que ha realizado estudios para especializarse en aquel problema que te esté afectando.
Infórmate sobre el tipo de terapia que ofrece
Lo primero que tienes que saber es que no todas las terapias han demostrado ser efectivas. De hecho, algunas terapias no cuentan con ninguna evidencia sólida sobre su eficacia.
El primer paso es preguntar al psicólogo qué tipo de tratamiento pretende llevar a cabo. La forma de tratamiento que consta actualmente de un mayor aval científico es la terapia cognitivo conductual.
En cualquier caso, puedes encontrar diversas guías que te sirvan de referencia para consultar la efectividad de la terapia propuesta. Un ejemplo es la Guía de Referencia Rápida de Tratamientos Psicológicos con Apoyo Empírico de la Universidad Complutense de Madrid.
Asegúrate de que el tratamiento está estructurado
Las terapias que se apoyan en evidencias científicas comienzan con una evaluación del problema. Esta evaluación se suele llevar a cabo entre las dos y las cinco primeras sesiones.
El siguiente paso es que el psicólogo te ofrezca un diagnóstico. Debe explicártelo de forma clara y con palabras y términos que puedas entender sin problemas.
Por último, te propondrá un tratamiento a seguir. Y aquí es donde volvemos al punto que acabamos de explicar: tienes derecho a recibir más información sobre ese tratamiento y a poder solicitar otro distinto.
Si tu psicólogo sigue este esquema de trabajo has escogido un buen profesional.
Las sesiones
Cada sesión suele tener una duración aproximada de una hora. Tienes que pensar que si te ofrecen una sesión de menos de 45 minutos probablemente no se trata de una buena terapia.
Normalmente estas sesiones tienen una frecuencia semanal y, en total, el tratamiento no suele superar las 20 visitas.
Estos datos te pueden servir como referencia para valorar la calidad del servicio que estás recibiendo.
Relación psicólogo-paciente
Debes desconfiar de aquellos psicólogos que busquen involucrarse sentimentalmente contigo. La finalidad de la relación terapéutica es encontrar una solución a tus problemas, no entablar una amistad.
¿Te ayuda?
Este es sin duda el factor principal que debes valorar.
Si notas que esas sesiones te ayudan a reducir la incidencia de tu problema en la vida diaria y te aportan una mayor autonomía has escogido un buen profesional. Al fin y al cabo, el propósito de acudir a un psicólogo es que recuperes tu bienestar.
Cómo elegir un buen psicólogo infantil
A veces los problemas que más nos preocupan son los de nuestros hijos. Todos los niños pasan por momentos más o menos difíciles, pero en algunos casos es necesario buscar ayuda.
Algunos de los motivos por los que los padres suelen buscar ayuda psicológica para sus hijos son:
- Preocupación por un retraso en el desarrollo del lenguaje.
- Problemas de aprendizaje.
- Malestar general que no tiene causa aparente.
- Problemas que pueden surgir a partir de un divorcio.
- Tratamiento de traumas.
- Trastornos del sueño.
- Alteraciones del estado de ánimo.
Elegir un psicólogo adecuado para tus hijos suele ser una tarea más importante que escogerlo para ti mismo. Para llevar a cabo esta elección puedes aplicar los consejos que te hemos ofrecido en este artículo.
Es especialmente importante en el caso de los niños encontrar un profesional con el que se sientan cómodos y comprendidos. Debe ser posible generar una fuerte relación terapéutica.
De hecho, para este tipo de tratamientos lo más normal es que el psicólogo solicite realizar una primera entrevista con los padres. Esta es una primera señal de que estás en manos de un buen profesional.
¿Eres psicólogo?
Todos los profesionales quieren conseguir clientes y sobresalir en su sector. Si es tu caso también tenemos consejos que ofrecerte.
En primer lugar, especialízate. Es más fácil atraer clientes y llamar su atención si te centras en una especialidad en concreto.
Aunque suene evidente tienes que intentar vender bien tu trabajo. Trata de explicar la utilidad que puede tener la terapia.
Puedes plantearte la posibilidad de crear una página web: hoy en día tener presencia en Internet es algo muy importante. Y si combinas esta presencia con la creación de un perfil en las redes sociales sin duda estarás más cerca del éxito.
Otra acción importante es determinar quiénes son tus competidores para poder analizarlos. De esta forma podrás saber qué es lo que ellos ofrecen para poder diferenciarte o mejorar su oferta.
Como profesional también es importante que te mantengas al tanto de las novedades. Infórmate sobre nuevos estudios o conocimientos, realiza cursos, etc.
Por último, te aconsejamos tener un horario flexible que te permita adaptarte a todos tus pacientes.
Esperamos que este artículo te haya parecido interesante y te ayude a encontrar lo que necesitas.
Otros artículos que pueden ser de tu interés:
– ¿Quieres averiguar cuánto cuesta un psicólogo? Obtén más información.
– Si te preocupa tu hijo o hija puedes averiguar si ha llegado el momento de buscar un psicólogo infantil gracias a estos consejos.