Los perros son nuestros mejores amigos y por eso merecen los mejores cuidados. Si eres previsor será raro que tu mascota enferme, pero aun así siempre es necesario conocer a qué tipo de enfermedades puede enfrentarse un can a lo largo de su vida. Desde Cronoshare te contamos cuáles son los virus y enfermedades más comunes en perros.

Sigue leyendo para conocer las enfermedades más comunes en perros.

Enfermedades más comunes en perros: síntomas y tratamientos

Leishmaniosis

La leishmaniasis o leishmaniosis es una de las enfermedades más graves que puede desarrollar un perro. De hecho, si no se trata a tiempo, puede llegar a producir la muerte en muchos casos.

Se transmite a través de la picadura del mosquito Leishmania infantum, que se convierte en portador después de picar a un perro enfermo de leishmaniasis.

La zona de España más afectada por esta enfermedad es la del Mediterráneo. Esto es así porque su clima favorece la proliferación de los parásitos que la transmiten. En concreto, has de saber que la leishmaniasis se propaga con más frecuencia entre el final de la primavera y el final del otoño.

Síntomas

Los síntomas pueden aparecer varios meses después de la picadura. Los más comunes son:

• Adelgazamiento.
• Fiebre.
• Anemia.
• Apatía.
• Pérdida de pelo.
• Heridas que no cicatrizan.
• Atrofia muscular.
• Cojera.
• Crecimiento anormal de las uñas.
• Caspa.
• Insuficiencia renal.
• Inflamación de ganglios linfáticos, hígado y bazo.
• Lesiones oculares.
• Artritis.
• Úlceras cutáneas.
• Falta de pelo alrededor de los ojos.
• Piel seca.
• Hemorragias nasales.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la leishmaniasis se realiza mediante pruebas serológicas, análisis de sangre, biopsia de piel o citología de la médula ósea.

Cuanto antes se diagnostique, más eficaz será el tratamiento. Es cierto que esta infección no tiene cura, pero se pueden controlar los síntomas hasta el punto en el que la mascota ni los perciba.

Eso sí, a partir de ese momento habrá que estar totalmente pendientes de la mascota, ya que es una enfermedad que durará toda la vida.

En cuanto a los tratamientos, consisten en antimoniales pentavalentes: metilglucamina y estibogluconato sódico, cesiastes, otros tales como la anfotericina B, la pentamidina y el ketoconazol. Se aplican durante varias semanas por vía oral o inyección.

Prevención

Se recomienda encarecidamente utilizar pipetas, sprays y collares repelentes. También es conveniente instalar mosquiteros en la zona en la que duerman los perros, sobre todo si duermen en el exterior.

Además debes evitar, dentro de lo posible, los paseos nocturnos si resides en la zona mediterránea. Y, sobre todo, aplica a tu mascota una vacuna preventiva para disminuir las posibilidades de contagio.

Epilepsia Idiopática

La epilepsia es una enfermedad que puede darse tanto en humanos como en perros. Se trata de una disfunción intracraneal que causa ataques tanto generalizados como focales. Los primeros son los más graves, ya que el perro pierde la consciencia y tiene convulsiones por todo el cuerpo. Los segundos, por el contrario, solo afectan a una zona muscular en concreto.

El nombre de idiopática hace referencia al hecho de que no se sabe qué está originando los ataques epilépticos. Si se conoce la causa, recibe el nombre de estructural.

Síntomas

• Ataques epilépticos que provocan convulsiones en todo el cuerpo y pérdida de consciencia.
• Tics faciales.
• Salivación exagerada.
• Sacudidas de alguna extremedidad.
• Dilatación de las pupilas.

Diagnóstico y tratamiento

Se le realiza al animal un examen físico integral, un análisis de sangre, ecografías, radiografías y resonancias. También pueden realizarse pruebas de líquido cefalorraquídeo y de ADN.

Si se detecta que una enfermedad está provocando la epilepsia, se tratará esa enfermedad para acabar con ella. Pero si no se encuentra causa, se estará ante una Epilepsia Idiopática, y habrá que seguir un tratamiento crónico para controlar los ataques.

Existen varias alternativas, y el veterinario será el que se encargue de recomendar un tratamiento adecuado para cada tipo de perro. Es importante tener en cuenta que la epilepsia no tiene cura, por lo que lo único que el dueño puede hacer es controlar al máximo estos ataques.

Prevención

No existe una prevención exacta para la Epilepsia Idiopática, ya que, como hemos señalado, no se sabe a ciencia cierta qué es lo que la está provocando. En cualquier caso, se pueden reducir o eliminar los ataques gracias al tratamiento que indique el veterinario.

Moquillo

El moquillo (o distemper) es una de las enfermedades más comunes, y a la vez peligrosas, en cachorros. Afecta a las vías respiratorias, sistema digestivo y sistema nervioso. Es muy contagioso y en los cachorros no vacunados puede llegar a ser letal.

Esta enfermedad la causa el virus del moquillo, que está relacionado con el sarampión humano.

Síntomas

Los síntomas del moquillo pueden aparecer desde varios días hasta tres semanas después de la infección. Estos son algunos de ellos, aunque no tienen por qué darse todos a la vez:

• Mocos en nariz y ojos.
• Tos, estornudos o dificultad al respirar.
• Flema en los pulmones.
• Dermatitis.
• Diarrea.
• Almohadillas de las patas duras, secas y agrietadas.
• Vómitos.
• Fatiga.
• Pérdida de apetito y de sed.
• Fiebre.
• Tics nerviosos, convulsiones.
• Heces con sangre.

Diagnóstico y tratamiento

El veterinario analizará una muestra de las mucosas del perro, o realizará un análisis de la sangre o las haces para diagnosticar la enfermedad. Si se descubre a tiempo, el perro sobrevivirá.

En primer lugar, después de llevarlo al veterinario, debes aislar al perro del resto de mascotas. Hay que tener en cuenta que esta enfermedad no tiene cura, pero sí se pueden disminuir casi al completo sus efectos.

Dentro del tratamiento que ordenará el veterinario probablemente se incluirán medicamentos expectorantes, fármacos inyectables y orales, suplementos alimenticios y vitaminas B.

También será importante cuidar la dieta del perro a partir del momento en el que se contagie de la enfermedad, controlando que se alimente e hidrate correctamente y que tome vitaminas complementarias.

Prevención

La forma más efectiva de prevenir el moquillo es la vacunación. Si tu perro recibe desde pequeño todas sus vacunas y vas regularmente al veterinario para cumplir con el calendario de vacunación, debería de ser inmune a esta enfermedad.

Parvovirus

El parvovirus es otra de las enfermedades más comunes en perros. Es provocada por un virus que afecta al sistema digestivo del animal y puede llegar a ser mortal, sobre todo en cachorros de tres meses o menos. La principal causa de la muerte es la deshidratación.

Síntomas

• Diarrea fuerte.
• Debilidad.
• Deshidratación.
• Heces con sangre.
• Vómitos.
• Mucosas pálidas.
• Ojos hundidos.
• Apatía y tristeza.
• Falta de apetito.

Diagnóstico y tratamiento

Ante la menor sospecha de parvovirus debes visitar al veterinario de inmediato, ya que en algunos casos el perro puede morir en un plazo de tan solo 24 a 48 horas. Si se descubre a tiempo mediante una analítica, existen posibilidades de supervivencia.

Como en el resto de enfermedades comentadas anteriormente, no existe una cura definitiva. Pero sí que se pueden controlar sus síntomas y evitar la deshidratación.

El tratamiento puede incluir terapia de fluidos con isotónicos, transfusiones de sangre, antibióticos como la penicilina, vitamina B y fármacos antieméticos. También habrá que controlar la dieta del perro, ofreciéndole comida blanda y fácil de digerir como caldos y pollo hervido.

Prevención

Existe una vacuna contra el parvovirus canino. Esta debe aplicarse cuanto antes mejor y es importante renovarla según establezca el calendario de vacunación. La vacuna reducirá enormemente el riesgo de contagio.

Otras medidas que se pueden aplicar son mantener la higiene en el hogar del perro, desparasitarlo, evitar que ingiera heces de otros perros y evitar comprar los cachorros en tiendas, ya que sus instalaciones suelen ser insalubres y el hacinamiento de los animales puede hacer que proliferen los parásitos.

Mastitis

La mastitis canina es una de las enfermedades más comunes en perras lactantes y, en menor medida, en perras no embarazadas. Es una infección de las mamas, causada por la bajada de defensas que sufre la madre después del parto de los cachorros.

La bajada de defensas permite que los gérmenes estafilococos se instalen en la leche materna, provocando una infección muy dolorosa en las mamas de la perra.

Síntomas

• Falta de apetito.
• Tristeza y apatía.
• Diarrea.
• Dolor en los pezones.
• Vómitos.
• Fiebre.
• Aumento del ritmo cardiaco.

Diagnóstico y tratamiento

Es necesario diagnosticar la enfermedad cuanto antes ya que, además del visible malestar de la perra, puede afectar incluso a los cachorros. Si la perra sufre dolor, dejará de alimentar a los cachorros. O si, por otro lado, los alimenta sufriendo esta infección, puede administrarles leche tóxica que puede llevarles a la muerte.

El veterinario realizará un examen físico, un análisis de sangre y un cultivo bacteriano para comprobar si existe la infección. El tratamiento consistirá en administrar antibióticos para acabar con dicha infección y también será necesario aplicar compresas de agua caliente directamente en las mamas.

Prevención
Para evitar que aparezca la mastitis y otras infecciones es importante limpiar las mamas de la perra con gasas húmedas de forma regular. También es buena idea intentar recortar, con cuidado, las uñas de los cachorros, ya que pueden causar heridas a la madre por donde pueden introducirse los gérmenes.

Parásitos intestinales

Los parásitos intestinales son organismos que se alimentan de otro ser vivo. En los perros los más frecuentes son los gusanos de varios tipos, que se instalan en los órganos internos. Lo más normal es que residan en el intestino, pero también pueden llegar a los pulmones e incluso al corazón.

Los perros pueden contagiarse de estos parásitos de diversas formas: lamiendo y olfateando el suelo, a través de picaduras de mosquito, durante el embarazo a través de la placenta o la lactación y comiéndose a otro ser vivo portador del parásito (como una pulga).

Síntomas

• Pérdida de apetito.
• Adelgazamiento.
• Heces blandas.
• Caída del pelo.
• Vómitos.
• Obstrucción intestinal.

Diagnóstico y tratamiento

Si se detectan algunos de los síntomas mencionados anteriormente, es necesario llevar rápidamente al perro al veterinario. Un diagnóstico rápido evitará que el parásito cause daños irreparables en el organismo del animal. Algunas veces estos daños son difíciles de curar e incluso mortales.

El tratamiento consiste en la aplicación de antiparasitarios intestinales, siempre bajo supervisión del veterinario. Nunca suministres laxante u otros medicamentos digestivos a una mascota con parásitos, ya que lo único que conseguirás será destruir su flora bacteriana.

Previsión
La mejor previsión es desparasitar al perro cada tres meses, manteniéndolo protegido durante todo el año.

Desde su primera revisión como cachorro se le debe realizar una desparasitación interna y externa, para asegurar su salud desde los primeros meses de vida.

Sarna

La sarna es una enfermedad de la piel causada por varios tipos de ácaros. Generalmente se contagia de forma directa a partir de otro animal infectado. Existen varios tipos de sarna, pero independientemente de esto lo más importante es que acudas cuanto antes al veterinario para tratar sus síntomas a tiempo.

Síntomas

• Picores y ardor en la piel.
• Rascado constante.
• Pérdida de apetito y adelgazamiento.
• Enrojecimiento e inflamación de la piel.
• Pérdida del pelo.
• Heridas y llagas en la piel.
• Erupciones en la piel.
• Escamación de la piel.

Diagnóstico y tratamiento

La sarna se puede curar con el tratamiento adecuado, aunque el proceso suele ser lento. Lo mejor es realizar un diagnóstico a tiempo, acudiendo al veterinario en cuanto aparece el primer síntoma.

Hay diferentes tipos de sarna y cada una se tratará de una manera, pero el tratamiento suele incluir medicamentos orales, tópicos y/o inyectables con selamectina, moxidectina, ivermectina y milbemicina oxima.

Prevención

Para prevenir la sarna lo más importante es la higiene del animal y de su entorno. Lo ideal será bañarlo una vez al mes con un champú adecuado. Además, debes intentar que la zona donde vive esté limpia.

También es importante que se cumpla su calendario de vacunación. Y, por supuesto, hay que evitar el contacto de nuestro perro con animales que puedan estar infectados de sarna.

Dirofilariasis o Gusano del corazón

La Dilofilariasis canina o enfermedad del gusano del corazón es una enfermedad producida por un parásito llamado Dirofilaria immitis. Pasa de un huésped a otro a través de picaduras de mosquito.

En el último estado de su ciclo de vida, este parásito reside en el corazón del huésped. Puede quedarse allí varios años, pero al final el huésped muere por un paro cardíaco.

Es una enfermedad potencialmente mortal para aquellos perros infectados que no son tratados. De hecho, existe riesgo incluso para aquellos que sí que reciben tratamiento. En ocasiones, es necesario realizar cirugía para eliminar al parásito.

Síntomas

Esta enfermedad suele provocar síntomas de insuficiencia cardíaca:

• Inapetencia.
• Cansancio.
• Adelgazamiento.
• Tos.
• Desmayos.
• Hemorragias nasales.
• Ascitis.

No obstante, los perros no suelen mostrar señales de infestación durante los primeros 6 meses del período prelatente, antes de la maduración del gusano. Aunque es cierto que las pruebas diagnósticas pueden detectar el período prelatente.

Se han dado casos, aunque muy aislados, en los que una larva migrante se ha perdido y ha terminado en sitios inusuales como el ojo, el cerebro o una arteria. Esto puede provocar síntomas inusuales como ceguera, ataques epilépticos y cojeras.

Diagnóstico y tratamiento

El gusano del corazón es una enfermedad tratable si se diagnostica a tiempo. De todos modos es mejor prevenir la enfermedad que tratarla; en un estado avanzado es muy difícil de solucionar.

Para diagnosticarla el veterinario deberá realizar un análisis de sangre completo. Así podrá detectar el parásito y además revisará la salud del can. El tratamiento a aplicar dependerá del punto en que se encuentre la enfermedad y del estado de salud de la mascota.

El tratamiento suele durar varios meses. Normalmente lo primero es aplicar inyecciones para eliminar los gusanos adultos. Una vez ha funcionado, se le administra al perro una medicación para expulsar a las microfilarias y las larvas. Finalmente es necesario proporcionarle vitaminas y una alimentación que le ayuden a recuperar la salud.

Prevención

Existen varios tratamientos preventivos.

Uno de ellos es la vacuna, que se aplica una vez al año, en la época de mayor actividad de los mosquitos. Antes de suministrarla es necesario realizar un estudio al perro para comprobar que no está enfermo. Si se le vacuna portando el gusano se le puede provocar una reacción anafiláctica y/o muerte en masa de los parásitos. Esto, a su vez, podría ocasionar graves problemas al animal, incluso su muerte.

La prevención se puede llevar también a cabo a partir de pastillas o comprimidos. Es necesario que el perro las tome una vez al mes vía oral. También existen pipetas que contienen el antiparasitario concreto para esta enfermedad.

Leptospirosis canina o Tifus del perro

La leptospirosis canina es una enfermedad bacteriana causada por la bacteria leptosira que afecta principalmente a los perros. Es especialmente peligrosa porque es una zoonosis: esto quiere decir que puede contagiarse a las personas.

Se contagia cuando una mucosa o una herida en la piel entra en contacto con agua contaminada por la orina de un animal infectado. Es importante detectarla a tiempo porque puede llegar a provocar la muerte.

Síntomatología

Los síntomas más habituales de esta enfermedad son:

• Fiebre elevada.
• Pérdida del apetito.
• Vómitos y diarrea que pueden contener sangre.
• Orina oscura.
• Síntomas de dolor al miccionar.
• Deshidratación.
• Ulceraciones en la mucosa bucal.
• Letargo.

Diagnóstico y tratamiento

El veterinario probablemente realice una exploración general y analizará la orina y la sangre. De esta forma podrá determinar si el perro padece esta enfermedad.

Al ser una enfermedad bacteriana, la leptospirosis puede ser tratada con antibióticos. También es necesario mantener al perro hidratado y controlar sus síntomas.

Prevención

El principal modo de prevenir esta enfermedad es la vacunación. Contacta con un veterinario para que te recomiende el mejor sistema para mantener sana a tu mascota.

También es muy importante mantener limpio y desinfectado el entorno en el que se mueve habitualmente el animal.

Artritis y Artrosis

Tanto la artritis como la artrosis son enfermedades relacionadas con las articulaciones. Afectan sobre todo a perros ancianos.

En el caso de la artritis hablamos de una inflamación de las articulaciones, mientras que la artrosis tiene que ver con su envejecimiento y desgaste. En ambos casos el cartílago que las recubre va desapareciendo. Esto se traduce en un intenso dolor.

La artritis puede tener varias causas: una infección, un golpe, causas genéticas o la propia vejez. En este último caso se conoce a esta enfermedad como artritis degenerativa. En el caso de la artrosis es, como hemos dicho, un problema debido al envejecimiento y es crónico.

Síntomas

Algunos de los síntomas que producen la artritis son:

• Rigidez y limitación en los movimientos: acciones tan sencillas como tumbarse o levantarse pueden resultarle imposibles.
• Inflamación de las articulaciones. En fases muy avanzadas puede apreciarse incluso deformidad.
• Las articulaciones crujen o suenan cuando el perro se mueve.
• Dolor articular. Es un síntoma en ocasiones difícil de detectar porque muchos perros no se quejan.

Los de la artrosis también son muy parecidos: dolor, cojera y limitaciones del movimiento.

Tratamiento

La artritis es una enfermedad muy difícil de curar, pero sí que existen tratamientos para mejorar la calidad de vida de tu mascota. A continuación te ofrecemos algunas de las soluciones más habituales:

• Fármacos: Antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos.
• Suplementos alimenticios: Sulfato de condroitina, antioxidanantes o ácidos grasos, como el Omega 3. Su función es proteger el cartílago y evitar que se deteriore más, y ayudar a su regeneración.
• Cirugía: En algunos casos el veterinario puede considerar que una operación es una buena solución para mejorar la situación de tu perro.

Además puedes combinar este tratamiento ofreciéndole a tu mascota una dieta equilibrada para evitar que engorde. También puedes ayudarle con algo de ejercicio moderado.

En el caso de la artrosis, además de los suplementos nutricionales que pueda indicarte tu veterinario, puedes aliviar el dolor de tu mascota con varias técnicas. Puedes aportar calor a las zonas con dolor utilizando bolsas de agua caliente o algo parecido. También puedes ayudar masajeando esas zonas con cuidado.

Prevención

Para prevenir estas enfermedades puedes seguir alguno de los consejos ya te hemos ofrecido como tratamiento.

Es importante controlar el peso del animal y evitar en la medida de lo posible el sobrepeso. Además es importante que haga ejercicio de forma moderada y evitar que se desgaste jugando con demasiada intensidad.

También puedes ofrecerles complementos alimenticios, como el Omega 3.

Contactar con el veterinario ante cualquier síntoma

Esta guía solo es informativa. Ante cualquier síntoma extraño en tu mascota, lo primero que debes hacer es acudir a tu veterinario de confianza. Igual que la automedicación no es buena para un ser humano, tampoco lo es para un perro. Por este motivo se debe escuchar siempre la opinión de un experto antes de tomar cualquier medida.

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Última actualización: 11 de febrero de 2019