¡Buenos tardes croners!
En el post de hoy hablaremos de si es posible o no trabajar como autónomo mientras se recibe una formación continua y sus posibles ventajas y desventajas.
Con la llegada de la crisis, los esfuerzos se han centrado en buscar nuevos proyectos, negocios y oportunidades de trabajo, dejando de lado la formación y el estudio por cuestiones como falta de tiempo o energía.
¿Cuales son los mayores enemigos de la formación mientras trabajas?
– El día a día. El tiempo es un enemigo que no deja formarse al autónomo. Los presupuestos y trabajos de última hora… No poder decir “NO” a un cliente sabiendo que existen otras empresas que pueden realizar el trabajo…
– Los autónomos no cotizan a la seguridad social en concepto de formación profesional y, por tanto, no pueden beneficiarse del sistema de bonificaciones.
– La formación cuesta dinero.
Pero aun con estos enemigos dilapidando nuestras intenciones de seguir aprendiendo y estudiando, existen tres grandes motivos por los cuales deberían continuar su formación:
- Los autónomos son un colectivo de riesgo. Y por tanto, no estar adecuadamente formados, o dicho de otra forma, no estar al día en nuestra profesión, provoca ser los más sensibles en nuestro sector. En la actual situación económica, seremos los primeros en tener dificultades.
- Un autónomo no puede desatender la normativa vigente en su mercado, ni los requisitos de los futuros clientes. Actualmente los clientes potenciales solicitan requisitos que si bien, no son estrictamente obligatorios para un autónomo, son requisitos de contratación que hay que cumplir. De lo contrario nos quedamos sin contrato, o, realizamos un curso de Formación con un coste alto, en parte, por la improvisación.
- Por satisfacción. Un autónomo es un profesional que decidió un día iniciar la realización de una actividad económica, de forma personal, para la que se sentía preparado. Sin entrar en los motivos de cada persona. Sin profundizar en el crecimiento de esa actividad. Pero, perder esa preparación, significa perder el timón de la actividad.
Es necesario identificar las necesidades tenemos en relación a la actividad a la que nos dedicamos, a la competencia (otros autónomos, PYMES, etc.), y a la tipología de clientes con los que tratamos para poder marcarnos un objetivo.
Cosas que debemos preguntarnos para identificar necesidades:
– ¿Qué quiero conseguir en el 2014?
– ¿Necesito diversificar servicios?
– ¿Introducirme en alguno servicio o línea nueva?
– ¿Para qué clientes quiero trabajar: particulares, PYMES, grandes empresas…?
– ¿Hay nueva legislación sobre mi actividad que debo conocer?
– ¿Debo mejorar en la publicidad de mis servicios?
– ¿Necesito conocer más sobre las redes sociales?
– ¿Todo los proveedores que tengo son necesarios?.¿Qué quiero o necesito subcontratar y qué quiero gestionar yo directamente?
– En definitiva…¿Como mejorar mi perfil?
No esperes a que te digan cosas como:“…ha salido una normativa nueva y es necesario que…”. O que el cliente esté reclamando un certificado determinado por una nueva Ley. Si sabemos qué queremos, podemos solicitar a nuestra asesoría que nos alerte de la normativa actualizada y la formación que va a requerir.
Por último debemos tener en cuenta 3 cosas importantes:
– Si bien los autónomos no pueden beneficiarse del sistema de bonificaciones, no obstante, pueden acceder a cursos gratuitos subvencionados por la Fundación y gestionados por diferentes entidades a través de los Convenios de Formación. Es verdad que estamos en tiempo de recortes pero vale la pena mirarlo.
– A pesar de tener que abonar un curso, siempre será más rentable tenerlo planificado y elegir quién me lo va a impartir que de manera imprevista acudir “a lo que haya”.
– No descuides formación a distancia, jornadas, charlas, eventos, organizados por multitud de organismos, públicos o, a los que estés asociado o asociada, con temas de gran interés y actualidad y, que muchos de ellos son gratuitos y de corta duración.