La madera es uno de los materiales más utilizados para el interior de las viviendas. Cuando se lleva a cabo una reforma de vivienda suele pensarse en la madera para los suelos o para recubrir paredes. Sin embargo, la madera natural tiene ciertas limitaciones que hay que tener en cuenta. Vamos a comparar la madera natural con sus imitaciones.
-Es delicada. Los suelos de madera, como el parquet, se marcan con mucha facilidad. Es habitual ver en ellos las marcas de los tacones y de cualquier mueble que se haya situado sobre ellos. Tampoco son muy indicados para que los niños jueguen porque aunque son suelos cálidos se van a dañar con sus juguetes.
La tarima flotante es mucho más resistente que la madera aunque también tiene sus limitaciones. Hay que comprar una tarima adecuada para el uso que se le va a dar. Es cálida, como sucede con la madera, pero hay que reconocer que no es tan bonita como la natural. Muchas personas optan por la tarima para las habitaciones de los niños o para la sala, que tienen más uso y por madera natural para el dormitorio principal y el salón, otorgándoles así más elegancia.
La cerámica que imita madera es mucho más resistente, pero es fría por lo que no suele resultar adecuada para las habitaciones, aunque sí que es perfecta para zonas de tránsito como los pasillos siendo en estos espacios un buen sustituto de la madera natural.
-Es cara. La madera natural es cara, de eso no hay duda, sobre todo si se compara con sus imitaciones, como la tarima sintética. Si se mira a largo plazo puede salir más barata ya que mientras que la tarima tiene una vida de unos veinte años, la madera puede ser para toda la vida con una restauración. La parte negativa es que acuchillar, recuperar y barnizar el parquet a veces sale tan caro como poner un suelo sintético nuevo.
La tarima flotante, como hemos dicho, es más económica. Tiene la ventaja de que no necesita mucha obra para instalarse, ya que se coloca por el sistema de clic y normalmente va sobre el suelo previamente colocado.
La cerámica que imita madera es muy barata, pero en su contra tiene que hay que realizar obra para su colocación y que en algunas ocasiones es preciso quitar el suelo que había previamente colocado.
-No vale para todas las habitaciones. Aunque hay maderas de Teka que son aptas para cocina y baño lo cierto es que no son las opciones más recomendables. Además de ser muy caras necesitan mucho mantenimiento, especialmente si el baño es utilizado por niños. La tarima sintética tampoco es apta para el cuarto de baño, pero sí lo es la cerámica que imita a madera, la cual tiene una apariencia muy similar.
Los pros de la cerámica es que aguanta muy bien el agua y los productos de limpieza que se utilizan en el baño. Además es económica. En su contra tenemos que es un material frío, no tiene la calidez de la madera natural aunque con calefacción bajo el suelo esto podría solucionarse.
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