La iluminación puede ser parte de la decoración de una casa. Las luces no solo nos ayudan a ver mejor, también pueden crear diferentes ambientes y convertir una habitación fría en otra mucho más acogedora.
Luces regulables
Para regular la intensidad de las luces de una lámpara se utiliza un regulador. En muchos casos, este regulador es también el interruptor de la luz, que se gira según la intensidad de la luz que deseemos.
Existen diferentes tipos de reguladores, por ejemplo los que hemos nombrado que son también interruptores. Pero existen otros tipos, como los reguladores específicos para las lámparas de pie que se colocan entre la lámpara y el enchufe y que ofrecen muchas posibilidades para la iluminación de una habitación.
Normalmente los reguladores que venden en el mercado están pensados para las potencias normales de las bombillas que utilizamos, pero debemos de fijarnos en eso. Por ejemplo, si adquirimos un regulador que es válido para regular entre 40 y 300W, no funcionaría con bombillas de 25W, ahora comunes en los formatos de bajo consumo y LED.
Las bombillas LED y de bajo consumo deben de poner de forma específica en sus embalajes que son válidas para utilizar con regulador. De lo contrario no valdrían para usarse con estos aparatos.
Un electricista puede cambiar nuestros interruptores normales por otros interruptores regulables que permitan cambiar la intensidad de la luz en la sala de estar o en el dormitorio, por poner los ejemplos más habituales.
Luz cálida o luz fría
Realmente hay tres tipos de luz:
-La luz cálida: Es ese tipo de luz que a la vista nos parece algo más amarilla (o un blanco poco intenso). Se trata de una luz muy apropiada para el cuarto de estar o para el dormitorio ya que se supone que invita al descanso y relaja la vista.
-La luz neutra: Es una luz que, como su nombre indica, no es ni tenue ni excesivamente intensa, por lo que puede utilizarse en cualquier tipo de ambientes.
-La luz fría: Se trata de una luz intensa, que en ocasiones puede parecer incluso azulada. Es perfecta para la cocina o para pasillos poco iluminados ya que nos permite ver mucho mejor.
En cualquier caso, aunque el tipo de luz es importante, también lo es la colocación del punto de luz. Si antes en todas las casas se conformaban con un punto central en el que se colocaba una lámpara y quizás alguna lamparita auxiliar, ahora las cosas han cambiado y en los hogares modernos se prefieren las luces que se pueden orientar en determinadas direcciones o que se incluso se acoplan a la forma de los muebles.
Por supuesto, jugar con el color de las luces es también otro recurso que puede proporcionarnos grandes alternativas en decoración y que da mucho juego para lograr crear todo tipo de ambientes.
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