Hemos visto como es posible instalar en una cocina o cuarto de baño suelos laminados, pero también hemos dicho que incluso es posible colocar suelos de madera natural. ¿Es esto una buena idea? Y de ser así ¿Qué precauciones deberíamos de tomar?
Los suelos de madera son sin duda los más elegantes y ofrecen una gran calidez que contrasta con los mármoles y cerámicas presentes en los baños, materiales sin duda fríos. Debido a la delicadeza de estos suelos, hasta hace pocos años se habían prácticamente desterrado de los cuartos de baño, donde el agua está siempre presente y las salpicaduras son constantes. Sin embargo, los nuevos tratamientos y, esto es muy importante, las técnicas profesionales avanzadas para la instalación de la madera, han hecho factible que hoy se pueda disfrutar de un cuarto de baño de este material con mantenimientos muy espaciados.
Los aceites naturales con los que se trata la madera son la clave para conseguir una óptima impermeabilización permitiendo además que la madera respire. Los perfectos acabados son clave para que no existan filtraciones en las uniones con las piezas de cerámica y los muebles que conforman la estancia. Como cualquier suelo de madera, los suelos para el baño también necesitan de un cierto mantenimiento. Con el paso de los años será necesario renovar estas capas de aceite con las que se trata para garantizar que continúen cumpliendo con su función, trabajo que siempre debe de realizar un profesional para asegurar su correcto cuidado. En ReformAyuda puedes solicitar presupuesto para instalar este tipo de suelos y para efectuar sus trabajos de mantenimiento.
Para conseguir que estos suelos se mantengan impecables durante muchos años es muy importante un correcto cuidado de los mismos. Secar bien toda su superficie tras la ducha o en el caso de que se produzcan salpicaduras al utilizar el lavabo es clave para conseguir espaciar los tratamientos de mantenimiento. Si se colocan alfombras, lo cual es una buena idea, se debe de comprobar que no tengan una excesiva humedad o podrían acabar dejando una marca en la madera. Lo ideal es colocar la alfombrilla en el momento del uso de la bañera o el lavabo y recogerla a continuación sin dejarla en contacto con el suelo. La ventilación correcta de la estancia es también muy importante para evitar la humedad por condensación. Si es necesario se puede recurrir a un extractor de vapor para baños.