Hoy queremos mostraros otro ejemplo de cómo es posible realizar una reforma interior en Barcelona abaratando el precio inicial pero sin renunciar a la calidad en el resultado final de la obra.
En este caso, el cliente quería dividir un salón comedor para crear dos dormitorios y pasar el salón para el dormitorio grande en el que dormían actualmente sus dos hijos. Para eso quería levantar un muro de ladrillo en el medio de la habitación. Dado que ya tenía dos puertas, no era necesario abrir ninguna. También quería cambiar el frío suelo de plaqueta por algo más cálido, por lo que había pensado en parquet o en tarima flotante. Por último, deseaba pintar cada habitación en un tono diferente alisando las paredes antes.
Cuando acudieron las empresas para darle presupuesto, el cliente les comentó el dinero con el que más o menos contaba para realizar la obra. Dado que era un presupuesto bajo, le hicieron varias recomendaciones para abaratar los costes de la obra:
-En primer lugar le recomendaron que en lugar de levantar un muro de ladrillo para separar las habitaciones lo hiciera con un tabique de pladur. Los tabiques de pladur son más económicos y una vez instalados no se diferencian de las paredes de ladrillo. Puesto que la idea del cliente era realizar más adelante armarios empotrados contra esa pared, se le recomendó no realizar aislamiento acústico por el momento, dejando ese trabajo para cuándo se llevara a cabo el resto de la obra.
– Para abaratar costes en la pintura se le recomendó no alisar las paredes y mantener el gotelé pintando sobre el mismo, pero no regatear ni un euro en la calidad de la pintura. Actualmente mucha gente opta por este estilo, incluso cuando ya cuentan con una pared lisa y el ahorro que supone no tener que rascarlo es para tener en cuenta.
Una pintura de calidad se mantendrá bonita durante mucho más tiempo y al ser para una habitación infantil es todavía más importante que se trate de un producto ecológico que no desprenda emanaciones tóxicas.
– Por último, se le comentó la posibilidad de instalar tarima flotante, pero para eso iba a necesitar comprar también un aislante e instalar un nuevo rodapiés lo que encarecía bastante la obra. Se barajaron las posibilidades de colocar un suelo con sistema de clic o incluso un suelo de vinilo.
Dado que ambas iban a ser habitaciones infantiles se optó finalmente por el vinilo como la mejor opción por su facilidad de limpieza, por ser menos delicado que la tarima, tener muy fácil colocación y porque existen en el mercado vinilos pensados para habitaciones infantiles con diseños muy adecuados.
El ahorro que se consiguió con estos consejos permitió que la persona pudiera realizar el trabajo de manera inmediata y contar en muy poco tiempo con sus dos nuevos dormitorios para los niños. Gracias al ahorro pudo también pintar el nuevo salón, evitando así hacerlo más adelante una vez que ya estuviera amueblado por completo.
Los profesionales de las reformas están acostumbrados a realizar todo tipo de obras y saben adaptarse a la mayoría de presupuestos razonables que se le presenten. Conocen bien los materiales con los que trabajan y saben de primera mano qué resultados están dando. Por eso son los más adecuados para aconsejarnos cuando queremos abaratar costes y no sabemos en qué debemos de recortar.
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