Nuestro cliente se puso en contacto con ReformAyuda para recibir presupuestos para reforzar el aislamiento de su vivienda. El piso, comprado de segunda mano, tenía serios problemas de aislamiento térmico y acústico: se escuchaba todo el ruido de la calle, era muy frío en invierno y muy cálido en verano y, lo que más le molestaba, se escuchaban todos los ruidos del piso contiguo.
Presupuestos
Desde ReformAyuda enviamos a tres empresas a ofrecer presupuestos para la reforma parcial que reforzara el aislamiento. Estos fueron los resultados:
-La primera de las empresas le dio un presupuesto que incluía el cambio de ventanales, picar las paredes que dan a la fachada y rellenar con espuma aislante, doble pared de pladur con aislante en la habitación colindante con el otro piso, falso techo en toda la casa con material aislante y también suelo de tarima con aislante. No obstante, le explicaron al dueño de la casa que el aislamiento respecto al piso de arriba era muy complicado y que realmente, lo que se conseguía con el falso techo era un mejor aislamiento térmico pero que realmente, no era posible el acústico.
-La segunda de las empresas era especialista en aislamiento acústico. Le ofrecieron un trabajo de aislamiento muy profesional. Prácticamente, era crear un espacio dentro del apartamento totalmente aislado del resto de paredes, suelos y techos. También se aislaban las columnas y demás elementos. Garantizaban un gran aislamiento acústico y térmico pero el precio era prácticamente el doble del anterior.
-La tercera de las empresas realizaba un trabajo similar al de la primera, aunque recomendaba también un sistema de calefacción por suelos radiantes para dar calor a toda la casa de forma uniforme. El precio era algo superior al primer presupuesto, pero alejado del segundo.
El cliente se decidió por la tercera empresa ya que tras estudiar el tema de la calefacción le convenció el sistema.
El trabajo
El trabajo se llevó a cabo sin incidencias y con total normalidad. Todos los permisos fueron solicitados correctamente y por eso, aunque la policía acudió debido a una denuncia anónima, no pararon la obra y pudo seguir con normalidad.
Hubo un pequeño retraso en la entrega del trabajo que se compensó con un descuento en la factura tal y como estaba pactado de antemano, por lo que el cliente quedó satisfecho ya que a pesar de ese retraso tuvo su casa lista para poder habitarla tras su boda, tal como tenía planeado.
En ReformAyuda siempre te ponemos en contacto con empresas serias de tu zona que pueden llevar a cabo el trabajo solicitado y que están debidamente dadas de alta. No obstante, no todas las empresas trabajan de la misma manera, por lo que el cliente es quién tiene que negociar aspectos como las indemnizaciones en caso de retrasos o quiénes se encargarán de gestionar los permisos. Con todo esto claro y bien determinado desde un principio, todo saldrá a pedir de boca y sin problemas.