Es imposible que en los últimos tiempos no hayas escuchado hablar de las viviendas vacacionales y de los altos rendimientos que algunas personas obtienen por ellas. Por eso, si tienes una casa para alquilar en zona turística o en una gran ciudad, es posible que te hayas planteado alquilarla por días a viajeros de paso.
La legislación
Si quieres alquilar tu vivienda a turistas lo primero que debes de hacer es informarte bien sobre las condiciones exigidas en tu Comunidad Autónoma y también sobre las normativas que puedan existir en tu ayuntamiento. Por supuesto, debes de declarar todos los ingresos que recibas en este concepto y debes de realizar un contrato a cada inquilino que pase por tu casa.
De esta manera, no habrá problemas a la hora de alquilar tu vivienda a turistas aunque es posible que sí tengas que realizar algunos papeleos. Algunas personas optan por poner todo en manos de un gestor o de una empresa especializada para que se encarguen de todo lo legal.
La reforma
Si quieres alquilar tu piso como vivienda vacacional con seguridad deberás de hacer alguna pequeña reforma antes. Es tentador invertir poco y alquilar a turistas sin excesivas exigencias. Pero es un arma de doble filo. A quienes no les importa mucho qué les están ofreciendo, generalmente tampoco les importará demasiado cómo lo vayan a dejar.
Escoger un turismo de cierta calidad ayudará no solo a que cuiden nuestra propiedad, también ayudará a que no haya problemas con los vecinos y que no se creen conflictos. Con turismo de calidad no queremos decir turismo de alto nivel adquisitivo, sino de bajo perfil conflictivo. Por ejemplo, hay personas que se especializan en casas para turismo familiar.
En este caso, se lleva a cabo una reforma orientada a familias que quieran pasar unos días en un alojamiento más económico que un hotel y dónde puedan cocinar y estar con niños con una cierta tranquilidad. Estos pisos necesitarán una cocina bien equipada, un comedor espacioso y habitaciones con camas pensadas para niños, por ejemplo con literas.
La reforma debe de incluir pues una cocina bien equipada, resistente y con una bonita apariencia y al menos dos baños o un cuarto de baño completo y un aseo también reformados y cómodos. Por supuesto, la casa debe de estar bien pintada, tener un sistema eléctrico reformado y, preferiblemente, contar con Internet (no tiene por qué tener teléfono fijo).
Invertir en la reforma para que todo quede acogedor, se vea en buen estado y atraiga a las familias que buscan sentirse como en casa es la mejor garantía para poder tener a ese tipo de turistas que tal vez no dejan tanto dinero como las pandillas de jóvenes, pero que salen mucho más rentables a medio plazo porque cuidarán más tu casa y porque te darán muchos menos problemas.
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