Si estás pensando en cambiar el suelo de casa, una de tus opciones debería ser el suelo vinílico. De entre las diferentes alternativas disponibles en el mercado, el suelo vinílico es especialmente popular. Y además está muy de moda gracias a sus particularidades. Por todo ello en este artículo respondemos a la pregunta: ¿Cuánto cuesta colocar suelo vinílico?
Vamos a hablarte de los distintos tipos y variedades de suelo vinílico, pero antes de nada queremos informarte sobre su precio.
Hoy en día el precio del suelo vinílico está entre 5 €/m2 y 60 €/m2 dependiendo de su calidad. A esta cifra habría que sumarle también el precio de la mano de obra, que suele estar entre 4 €/m2 y 10 €/m2.
¿Y todo esto en qué se traduce? Para que tengas una idea más clara del posible coste hemos elaborado la siguiente tabla con algunos precios para distintos tamaños de piso.
Las cifras que figuran en ella son el resultado de sumar el precio del material por metro cuadrado más el coste de la mano de obra.
En realidad, la idea de colocar suelo vinílico no siempre ha estado bien vista. De hecho, era considerado un material de baja calidad e incluso había quien lo tachaba de cutre.
El paso del tiempo ha ido borrando todas estas opiniones y prejuicios. Hoy en día el suelo vinílico está de moda debido a su durabilidad y versatilidad, además de sus precios económicos.
Por todo esto, aunque es cierto que el objetivo principal de este artículo es hablar de precios, también queremos ahondar algo más en las cualidades de este suelo.
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En primer lugar debes saber que el suelo vinílico también es conocido como suelo de PVC. No obstante, la realidad es que este tipo de suelos son revestimientos elaborados a partir de policloruro de vinilo, y ofrecen una gran estabilidad, resistencia y un aspecto natural.
El suelo vinílico tiene muchas ventajas que lo diferencian de otras alternativas más caras, como el parquet:
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Para poder distinguir los distintos tipos de suelo vinílico tenemos que atender a una triple clasificación: dependiendo del material que los compone, dependiendo del formato en que se vende y dependiendo del tipo de instalación.
Atendiendo a su composición podemos distinguir dos tipos principalmente: los homogéneos y los heterogéneos.
Los homogéneos son suelos sólidos y uniformes que se presentan en una sola capa. El resultado de escoger este tipo es un suelo completamente liso.
Por otra parte, los heterogéneos presentan tres capas: una que funciona de base, una lámina con el diseño impreso y otra elaborada con PVC puro que le da una gran resistencia. También se les pueden añadir gránulos o incrustaciones. De esta manera se crean distintos colores y diseños.
A la hora de adquirir tu suelo vinílico puedes encontrarlo en dos formatos distintos.
Existen dos opciones de instalación para el suelo vinílico. Por un lado, tenemos el suelo vinílico autoadhesivo y, por el otro, el suelo vinílico de clic. A continuación explicamos estos dos sistemas con más detalle:
Hay otros tipos de suelo fáciles de instalar y que imitan otros materiales. Por ejemplo, es fácil dudar entre instalar suelo vinílico o suelo laminado, porque este segundo tipo de pavimento también se instala mediante un sistema de clic y ofrece buenas prestaciones.
Por último, solo nos queda señalar que, aunque es cierto que el suelo vinílico es relativamente fácil de colocar, nuestro consejo es que cuentes con un profesional. Un experto se asegurará de que el resultado sea perfecto y, además, gracias a su experiencia terminará la instalación mucho antes.
Además, los profesionales en la materia conocerán de sobra cualquier normativa aplicable o que sea necesario tener en cuenta, para garantizar una instalación del suelo con todas las garantías.
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Índice
¿Cuánto cuesta colocar suelo vinílico?
Vamos a hablarte de los distintos tipos y variedades de suelo vinílico, pero antes de nada queremos informarte sobre su precio.
¿Quieres saber cuánto cuesta colocar suelo vinílico?
Es cierto que el suelo vinílico de clic y el autoadhesivo presentan muchas diferencias. No obstante, el precio no es una de ellas. Y por eso a continuación te ofrecemos una franja de precios general.
Hoy en día el precio del suelo vinílico está entre 5 €/m2 y 60 €/m2 dependiendo de su calidad. A esta cifra habría que sumarle también el precio de la mano de obra, que suele estar entre 4 €/m2 y 10 €/m2.
Las cifras que figuran en ella son el resultado de sumar el precio del material por metro cuadrado más el coste de la mano de obra.
PRECIO DE COLOCAR SUELO VINÍLICO
| Tamaño de la vivienda (m2) | Precio |
|---|---|
| 50 m2 | 450 € - 3.500 € |
| 60 m2 | 540 € - 4.200 € |
| 70 m2 | 630 € - 4.900 € |
| 80 m2 | 720 € - 5.600 € |
| 90 m2 | 810 € - 6.300 € |
| 100 m2 | 900 € - 7.000 € |
| 120 m2 | 1.080 € - 8.400 € |
En realidad, la idea de colocar suelo vinílico no siempre ha estado bien vista. De hecho, era considerado un material de baja calidad e incluso había quien lo tachaba de cutre.
El paso del tiempo ha ido borrando todas estas opiniones y prejuicios. Hoy en día el suelo vinílico está de moda debido a su durabilidad y versatilidad, además de sus precios económicos.
Por todo esto, aunque es cierto que el objetivo principal de este artículo es hablar de precios, también queremos ahondar algo más en las cualidades de este suelo.
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Ventajas del suelo vinílico
En primer lugar debes saber que el suelo vinílico también es conocido como suelo de PVC. No obstante, la realidad es que este tipo de suelos son revestimientos elaborados a partir de policloruro de vinilo, y ofrecen una gran estabilidad, resistencia y un aspecto natural.
El suelo vinílico tiene muchas ventajas que lo diferencian de otras alternativas más caras, como el parquet:
- Es muy fácil de instalar. De hecho se puede instalar sobre cualquier superficie sin que sea necesario levantar el suelo anterior.
- Ofrece una gran resistencia y durabilidad. Resiste muy bien el desgaste, los roces y la humedad. No obstante, esa capacidad de resistencia depende en gran medida de la calidad del suelo. Como veremos más adelante, no es lo mismo adquirir un vinilo normal impreso que otro con incrustaciones, más resistente. En cualquier caso, suele considerarse que los suelos vinílicos son aptos para cualquier estancia de la casa, incluso baños y cocinas.
- También es fácil de limpiar. Es suficiente con pasar por encima un trapo húmedo para que la superficie quede impoluta.
- Es un material higiénico. Impide el crecimiento de hongos y bacterias, así como la acumulación de ácaros. Además es antiestático y antideslizante. Por todo esto es perfecto para la habitación de los niños o para zonas húmedas, como el baño y la cocina.
- Puedes elegir entre múltiples colores, texturas, acabados y diseños. Hoy en día existen muchas posibilidades y patrones diferentes para los suelos vinílicos. Por ejemplo, uno de sus principales atractivos es que pueden imitar cualquier tipo de material.
- Además te provocan una sensación placentera al pisar. Puedes decidir instalar un vinilo con una capa extra de amortiguación. De esta forma conseguirás que la pisada sea mucho más placentera.
- Tienen una larga vida útil. Según los expertos, este tipo de suelo puede mantenerse en perfectas condiciones de 5 a 20 años.
- Y, lo más importante, tienen un precio económico. Como ya hemos indicado es un tipo de suelo mucho más barato que el cerámico o el parquet tradicional.
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Tipos de suelo vinílico
Para poder distinguir los distintos tipos de suelo vinílico tenemos que atender a una triple clasificación: dependiendo del material que los compone, dependiendo del formato en que se vende y dependiendo del tipo de instalación.
Según el material que los compone
Atendiendo a su composición podemos distinguir dos tipos principalmente: los homogéneos y los heterogéneos.
Los homogéneos son suelos sólidos y uniformes que se presentan en una sola capa. El resultado de escoger este tipo es un suelo completamente liso.
Por otra parte, los heterogéneos presentan tres capas: una que funciona de base, una lámina con el diseño impreso y otra elaborada con PVC puro que le da una gran resistencia. También se les pueden añadir gránulos o incrustaciones. De esta manera se crean distintos colores y diseños.
Según el formato
A la hora de adquirir tu suelo vinílico puedes encontrarlo en dos formatos distintos.
- En primer lugar, existe la opción de comprar el suelo en baldosas o losetas cuadradas o rectangulares. Habría que señalar que este es el formato más actual.
- La segunda opción se trata de comprar el suelo vinílico en rollo o láminas al corte. En realidad, esta modalidad tiene una desventaja y es que, si el suelo sufre daños, hay que retirar la pieza entera.
Según el sistema de instalación
Existen dos opciones de instalación para el suelo vinílico. Por un lado, tenemos el suelo vinílico autoadhesivo y, por el otro, el suelo vinílico de clic. A continuación explicamos estos dos sistemas con más detalle:
- Autoadhesivo: Este tipo de suelo funciona como si fuera una pegatina y se adhiere directamente a la superficie que se desea cubrir. El único requisito es que los suelos deben estar nivelados y no pueden ser porosos. Su principal ventaja es que no daña la superficie sobre la que se coloca. No obstante, el tamaño de los rollos puede dificultar la instalación.
- De clic: En esta modalidad las lamas se encajan unas con otras gracias a un sistema de ranura y lengüeta. Puedes instalar este tipo de suelo sobre cualquier superficie excepto moquetas o alfombras. Además no hace falta nivelar esa superficie cuando la lama tiene 5 mm o más de espesor. Este tipo de suelo vinílico permite realizar una instalación más rápida.
Por último, solo nos queda señalar que, aunque es cierto que el suelo vinílico es relativamente fácil de colocar, nuestro consejo es que cuentes con un profesional. Un experto se asegurará de que el resultado sea perfecto y, además, gracias a su experiencia terminará la instalación mucho antes.
Además, los profesionales en la materia conocerán de sobra cualquier normativa aplicable o que sea necesario tener en cuenta, para garantizar una instalación del suelo con todas las garantías.
En relación con esto último se podría señalar las normas UNE-EN 13553:2017 y UNE-EN ISO 26986:2012/AC:2012.
Aunque conviene recordar que las normas UNE suelen tener un carácter voluntario, es conveniente contar con un profesional que sepa cuándo estas normas constituyen un requisito obligatorio.Volver al principio
Este artículo ha sido escrito y revisado por:
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