Si estás pensando en instalar o renovar un sistema de calefacción, es posible que dudes entre instalar suelo radiante o radiadores. Aunque los radiadores de agua constituyen una opción mucho más tradicional, el suelo radiante ofrece múltiples ventajas que conviene tener en cuenta. En esta comparativa te contamos todo lo que necesitas saber.
La decisión de instalar un sistema de calefacción suele estar relacionada con el deseo de obtener un mayor confort. Dado que se trata de una gran inversión a largo plazo, es normal querer acertar con la elección.
Los radiadores de agua constituyen uno de los sistemas de climatización más tradicionales, conocidos y utilizados. Suelen combinarse con una caldera o una bomba de calor y calientan las estancias por convección.
Por otro lado, el miedo a lo desconocido puede suponer un problema para el suelo radiante, ya que es un sistema de calefacción relativamente novedoso. Sin embargo, lo cierto es que es muy eficiente, sobre todo si se combina con bombas de aerotermia. Funciona gracias a un sistema de conductos instalados bajo el suelo (también puede colocarse en techos y paredes), por los que se distribuye agua caliente.
A continuación vamos a explicar con más detalle qué diferencia a cada sistema en relación con los puntos que acabamos de mencionar.
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Una de las principales ventajas que tiene la instalación de radiadores es su buena relación calidad-precio. Son equipos relativamente económicos y es posible escoger entre amplias gamas de productos.
Por otro lado, es cierto que la instalación del suelo radiante suele ser más compleja y que, por lo tanto, suele implicar un presupuesto más elevado. Ten en cuenta que suele ser necesario levantar el pavimento para poder instalarlo. Por este motivo se recomienda su colocación, sobre todo, en inmuebles de nueva construcción.
* El precio puede variar entre 25 y más de 90 €/m2 dependiendo de las circunstancias concretas de la instalación.
Por lo general, el suelo radiante funciona con temperaturas de impulsión muy bajas (entre 30ºC y 45ºC), por lo que su consumo es mínimo (tanto con caldera como con bomba de calor). Esto es de gran ayuda para poder amortizar la inversión en poco tiempo. También puede trabajar con energía solar, reduciendo todavía más el gasto.
Los radiadores necesitan una temperatura más elevada (entre 70ºC y 80ºC), por lo que el gasto energético también suele ser mayor. Aunque es cierto que existen radiadores de baja temperatura que pueden funcionar con bombas de calor y que son mucho más eficientes. Además también es posible utilizar placas solares como sistema de apoyo, con el objetivo de reducir el consumo energético.
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Aunque es posible encontrar radiadores con distintos diseños, no dejan de estar a la vista y, por lo tanto, es difícil que puedan competir con las ventajas estéticas del suelo radiante. Para poder climatizar las estancias de forma adecuada, en algunos casos es necesario ocupar bastante espacio con estos dispositivos.
El suelo radiante es un sistema de calefacción invisible, instalado bajo el suelo normalmente. Es decir, que estéticamente es mucho más discreto y permite distribuir muebles y decoración con libertad. Además no hace ruido.
No obstante, no todo son ventajas con el suelo radiante. Dado que el calor se transmite a través del pavimento, lo más recomendable es combinarlo con suelos de piedra o cerámica, ya que no funciona igual de bien con suelos de madera. En este sentido aunque los radiadores ocupen más espacio, no limitan a la hora de elegir el tipo de suelo.
En cualquier caso, la instalación con radiadores suele considerarse menos estética que el sistema de calefacción invisible que proporciona la instalación de suelo radiante.
Este es uno de los principales aspectos que hay que valorar cuando se va a elegir un sistema de calefacción. En general podemos indicar que es posible conseguir una distribución homogénea de la temperatura tanto con los radiadores como con el suelo radiante.
Sin embargo, tampoco hay que perder de vista que si los radiadores no se distribuyen de forma correcta, es posible que el calor tienda acumularse en zonas concretas próximas a los dispositivos.
Por otra parte, el suelo radiante aprovecha el ciclo natural del aire caliente y el resultado es un ambiente más natural, con una distribución del calor homogénea y uniforme, por lo que la sensación de confort térmico es mayor.
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Lo cierto es que el mantenimiento de los radiadores es muy sencillo: pueden limpiarse fácilmente y es suficiente con purgarlos antes de cada temporada de uso. Además su vida útil es bastante extensa.
Por otro lado, el suelo radiante apenas necesita mantenimiento, siempre y cuando la instalación se realice de forma adecuada. En cualquier caso, existen sistemas para detectar las fugas y solucionar aquellos problemas que pudieran surgir, aunque es cierto que pueden ser más aparatosos.
¿Ya tienes claro qué sistema de calefacción quieres instalar? Si no es así, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:
En cualquier caso, lo mejor es acudir a profesionales para recibir un asesoramiento adecuado. Tal vez estés pensando en instalar radiadores en Madrid, pero sea más aconsejable otra alternativa. De la misma forma, es posible que te hayas planteado instalar suelo radiante en Barcelona y que te convenga más poner radiadores.
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¿Te has planteado la posibilidad de combinar ambos sistemas? Cada tipo de calefacción tiene sus pros y sus contras, pero siempre existe la opción de compaginarlos para beneficiarse de lo mejor de cada uno.
En definitiva, no tienes por qué conformarte con solicitar presupuesto para instalar calefacción por suelo radiante o para poner radiadores únicamente: puedes combinar ambas opciones para conseguir una climatización totalmente a tu medida.
Tomes la decisión que tomes, lo importante es que se ajuste a lo que necesites y que hayas recibido previamente el asesoramiento de profesionales del sector.
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Índice
- ¿Suelo radiante o radiadores? Características
- Inversión inicial para instalar radiadores y suelo radiante
- Consumo y eficiencia energética
- Resultado estético
- ¿Cómo se distribuye el calor?
- Mantenimiento y vida útil de la calefacción
- ¿Cuándo instalar radiadores y suelo radiante?
- Ventajas del suelo radiante y los radiadores de agua
¿Suelo radiante o radiadores? Características
La decisión de instalar un sistema de calefacción suele estar relacionada con el deseo de obtener un mayor confort. Dado que se trata de una gran inversión a largo plazo, es normal querer acertar con la elección.
Los radiadores de agua constituyen uno de los sistemas de climatización más tradicionales, conocidos y utilizados. Suelen combinarse con una caldera o una bomba de calor y calientan las estancias por convección.
Por otro lado, el miedo a lo desconocido puede suponer un problema para el suelo radiante, ya que es un sistema de calefacción relativamente novedoso. Sin embargo, lo cierto es que es muy eficiente, sobre todo si se combina con bombas de aerotermia. Funciona gracias a un sistema de conductos instalados bajo el suelo (también puede colocarse en techos y paredes), por los que se distribuye agua caliente.
También existen los radiadores eléctricos y el suelo radiante eléctrico, aunque en esta comparativa nos centraremos en aquellos sistemas que funcionan gracias a un circuito de tuberías.
Como puedes comprobar, el planteamiento de ambos sistemas ya es muy diferente. Y, por supuesto, cada opción tiene sus características particulares.¿Radiadores o suelo radiante?
Radiadores | Suelo radiante | |
---|---|---|
Inversión inicial | 900 € - 3.000 € | 2.000 € - 4.000 € |
Consumo y eficiencia energética | Temperatura de impulsión elevada. | Muy eficiente. |
Resultado estético | Ocupan espacio y quedan a la vista. | Sistema de calefacción invisible. |
Distribución del calor | El calor puede acumularse en puntos concretos. | Distribución homogénea de la temperatura. |
Mantenimiento y vida útil | Mantenimiento periódico. | Poco mantenimiento, pero más complejo. |
A continuación vamos a explicar con más detalle qué diferencia a cada sistema en relación con los puntos que acabamos de mencionar.
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Inversión inicial para instalar radiadores y suelo radiante
Una de las principales ventajas que tiene la instalación de radiadores es su buena relación calidad-precio. Son equipos relativamente económicos y es posible escoger entre amplias gamas de productos.
Por otro lado, es cierto que la instalación del suelo radiante suele ser más compleja y que, por lo tanto, suele implicar un presupuesto más elevado. Ten en cuenta que suele ser necesario levantar el pavimento para poder instalarlo. Por este motivo se recomienda su colocación, sobre todo, en inmuebles de nueva construcción.
En ambos casos, hay que tener en cuenta que para que el sistema de calefacción funcione es necesario conectarlos a una fuente de energía térmica.
Si vas a instalar radiadores de agua, pero no dispones de caldera u otro dispositivo similar, el coste final puede encarecerse. Y lo mismo ocurre con el suelo radiante, aunque gracias al ahorro energético que se puede lograr con este sistema, es posible amortizar la inversión en pocos años.Calefacción con radiadores | Precio |
---|---|
900 € - 3.000 € |
Suelo radiante | Precio |
---|---|
2.000 € - 4.000 €* |
Menor inversión inicial: Radiadores
Consumo y eficiencia energética
Por lo general, el suelo radiante funciona con temperaturas de impulsión muy bajas (entre 30ºC y 45ºC), por lo que su consumo es mínimo (tanto con caldera como con bomba de calor). Esto es de gran ayuda para poder amortizar la inversión en poco tiempo. También puede trabajar con energía solar, reduciendo todavía más el gasto.
Los radiadores necesitan una temperatura más elevada (entre 70ºC y 80ºC), por lo que el gasto energético también suele ser mayor. Aunque es cierto que existen radiadores de baja temperatura que pueden funcionar con bombas de calor y que son mucho más eficientes. Además también es posible utilizar placas solares como sistema de apoyo, con el objetivo de reducir el consumo energético.
También hay que tener en cuenta que tanto los radiadores eléctricos como el suelo radiante eléctrico consumen mucha más energía, ya que funcionan con resistencias.
En cualquier caso, centrándonos en las instalaciones que funcionan gracias al agua caliente, en igualdad de condiciones, lo más habitual es que el suelo radiante sea un sistema más eficiente.Mayor eficiencia energética: Suelo radiante
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Resultado estético
Aunque es posible encontrar radiadores con distintos diseños, no dejan de estar a la vista y, por lo tanto, es difícil que puedan competir con las ventajas estéticas del suelo radiante. Para poder climatizar las estancias de forma adecuada, en algunos casos es necesario ocupar bastante espacio con estos dispositivos.
El suelo radiante es un sistema de calefacción invisible, instalado bajo el suelo normalmente. Es decir, que estéticamente es mucho más discreto y permite distribuir muebles y decoración con libertad. Además no hace ruido.
No obstante, no todo son ventajas con el suelo radiante. Dado que el calor se transmite a través del pavimento, lo más recomendable es combinarlo con suelos de piedra o cerámica, ya que no funciona igual de bien con suelos de madera. En este sentido aunque los radiadores ocupen más espacio, no limitan a la hora de elegir el tipo de suelo.
En cualquier caso, la instalación con radiadores suele considerarse menos estética que el sistema de calefacción invisible que proporciona la instalación de suelo radiante.
Mejor resultado estético: Suelo radiante
¿Cómo se distribuye el calor?
Este es uno de los principales aspectos que hay que valorar cuando se va a elegir un sistema de calefacción. En general podemos indicar que es posible conseguir una distribución homogénea de la temperatura tanto con los radiadores como con el suelo radiante.
Sin embargo, tampoco hay que perder de vista que si los radiadores no se distribuyen de forma correcta, es posible que el calor tienda acumularse en zonas concretas próximas a los dispositivos.
Por otra parte, el suelo radiante aprovecha el ciclo natural del aire caliente y el resultado es un ambiente más natural, con una distribución del calor homogénea y uniforme, por lo que la sensación de confort térmico es mayor.
También hay que tener en cuenta la inercia térmica. En el caso del suelo radiante es muy elevada: el sistema tarda en calentarse y también en enfriarse. Con los radiadores se puede alcanzar una temperatura óptima de forma mucho más rápida.
Sea como sea, hay un punto que suele decantar la balanza definitivamente hacia la opción del suelo radiante, y es que, además de calefactar estancias, este sistema puede tener un efecto refrescante en los meses de más calor.Mejor distribución del calor: Suelo radiante
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Mantenimiento y vida útil de la calefacción
Lo cierto es que el mantenimiento de los radiadores es muy sencillo: pueden limpiarse fácilmente y es suficiente con purgarlos antes de cada temporada de uso. Además su vida útil es bastante extensa.
Por otro lado, el suelo radiante apenas necesita mantenimiento, siempre y cuando la instalación se realice de forma adecuada. En cualquier caso, existen sistemas para detectar las fugas y solucionar aquellos problemas que pudieran surgir, aunque es cierto que pueden ser más aparatosos.
Mayor facilidad de mantenimiento: Radiadores
¿Cuándo instalar radiadores y suelo radiante?
¿Ya tienes claro qué sistema de calefacción quieres instalar? Si no es así, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:
- Cuándo instalar radiadores: Son la opción recomendada cuando se va a hacer uso de la calefacción de forma puntual o cuando se quiere climatizar una zona determinada del inmueble. También son muy utilizados en segundas viviendas.
- Cuándo instalar suelo radiante: Se recomienda este sistema en aquellas zonas en las que no haya grandes cambios de temperatura durante el día; sobre todo en zonas muy frías en las que sea necesario utilizar la calefacción de forma continua para mantener una temperatura mínima óptima. No es la mejor opción si únicamente se necesita encender la calefacción a determinadas horas. Además no hay que perder de vista que es necesario hacer obra para instalarlo, por lo que se aconseja instalarlo en inmuebles que se van a construir desde cero o que van a ser sometidos a grandes reformas.
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Ventajas del suelo radiante y los radiadores de agua
¿Te has planteado la posibilidad de combinar ambos sistemas? Cada tipo de calefacción tiene sus pros y sus contras, pero siempre existe la opción de compaginarlos para beneficiarse de lo mejor de cada uno.
Suelo radiante
Ventajas
- Muy eficiente.
- Muy discreto: queda totalmente escondido.
- Distribución muy homogénea del calor.
Desventajas
- La inversión inicial es elevada.
- Instalación y reparaciones más complejas.
Radiadores
Ventajas
- Para todo tipo de climas.
- Buena relación calidad-precio.
- Mantenimiento relativamente sencillo.
Desventajas
- Quedan a la vista y ocupan espacio.
- El calor puede acumularse en puntos determinados.
Tomes la decisión que tomes, lo importante es que se ajuste a lo que necesites y que hayas recibido previamente el asesoramiento de profesionales del sector.
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