La cocina es una de las zonas más importantes en cualquier vivienda. Por eso, cuando llega el momento de decidir qué tipo de placa de cocción es mejor instalar, pueden surgir muchas dudas. Por ejemplo, es habitual dudar entre vitrocerámica o inducción. En esta comparativa podrás descubrir las principales ventajas y características de cada opción.
Tanto las placas vitrocerámicas como las placas de inducción son sistemas de cocinas eléctricas, pero son muy diferentes. Para empezar, puedes ver sus características generales en la siguiente tabla:
Es importante dejar claro desde el principio que no hay un sistema especialmente mejor que el otro: simplemente cada uno tiene unas ventajas e inconvenientes que hay que valorar. Al final todo dependerá del uso que se le vaya a dar a la placa.
A continuación puedes obtener más información sobre cada tipo de placa de cocina.
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Las placas vitrocerámicas son placas lisas de cerámica vitrificada; este material no solo resiste bien el calor, sino que también puede transmitirlo con gran rapidez.
Funcionan gracias a varias resistencias circulares (normalmente, entre 2 y 4) que actúan como fogones. Estas resistencias se calientan gracias a la electricidad y transmiten el calor a la superficie. De esta manera se puede calentar cualquier recipiente, y se puede controlar la temperatura desde el panel.
En el caso de las cocinas de inducción, el sistema funciona gracias a un imán que crea un campo magnético que genera calor directamente en el recipiente colocado encima.
Es complicado determinar qué sistema es mejor, ya que cada persona puede encontrar más práctico un tipo de placa u otro. Lo más importante es que la instalación se lleve a cabo de forma adecuada para que la placa de cocina funcione correctamente.
Con la vitrocerámica se consigue un calentamiento más progresivo, mientras que las placas de inducción transmiten el calor mucho más rápido.
¿Qué es más recomendable? Depende. La transmisión de calor progresiva puede ser necesaria para preparar determinados alimentos (como el café). En este sentido la placa de inducción está en desventaja, pero para cocinar pasta, arroz u otros alimentos en los que se requiere llevar líquidos al punto de ebullición, es más práctica.
Por otro lado, la vitrocerámica conserva el calor residual. Esto viene muy bien para terminar de cocinar ciertos alimentos incluso con los fogones apagados, pero al mismo tiempo pueden producirse quemaduras por accidente, sobre todo cuando hay niños pequeños.
Con la placa de inducción no se tiene este problema, ya que se enfría rápidamente en cuanto se apaga, y el calor se concentra en el recipiente, por lo que es menos peligrosa. Sin embargo, como la transmisión del calor también es más rápida, hay que tener cuidado para no quemar los alimentos.
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Para cocinar en una placa de inducción es necesario adquirir recipientes especiales, fabricados con un metal que pueda interactuar con el imán. Aunque hoy en día es posible encontrar una amplia oferta de productos, el hecho de tener que renovar el menaje de la cocina puede ser un inconveniente.
Por otro lado, normalmente es posible utilizar la vitrocerámica con todo tipo de recipientes (sartenes, cazos, cazuelas e incluso recipientes de barro), por lo que se le atribuye una mayor versatilidad.
Esto no ocurre con la inducción, ya que, incluso si se derrama la comida, no se queda pegada. Y aunque en la vitrocerámica el calor se transmite igualmente a través de las impurezas, la inducción tiene una cierta ventaja en este aspecto.
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Como ya hemos mencionado, las placas vitrocerámicas funcionan gracias a resistencias eléctricas. Esto suele implicar un gasto energético bastante elevado.
Por otro lado, las placas de inducción actúan únicamente sobre la superficie del recipiente que se quiere calentar, evitando las pérdidas adicionales de calor. Es decir, que con este sistema se suele conseguir un menor consumo energético (hasta un 40 % menos en algunos casos).
Para empezar, habría que señalar que el precio de la mano de obra para la instalación de una placa de cocina es muy similar, independientemente de si se va a instalar una vitrocerámica normal o de inducción.
* Las cocinas de inducción suelen partir de 140 € o 150 € y pueden alcanzar cifras cercanas e incluso superiores a los 2.000 €.
En cualquier caso, hay muchos factores que pueden influir en el precio del servicio. Por eso, tanto si quieres instalar una placa de cocina en Barcelona, como si quieres solicitar este servicio en Sevilla, en Alicante o en cualquier otra ciudad, lo más recomendable es comparar varias ofertas.
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Antes de terminar queremos ofrecerte un pequeño recordatorio con los principales pros y contras de cada opción.
Y, por supuesto, si ninguna de estas alternativas termina de convencerte, puedes apostar por la clásica cocina de gas. Es cierto que suele ofrecer un resultado menos estético, pero puede ser más efectiva para cocinar, ya que calienta los alimentos con bastante rapidez, consume menos energía y se puede utilizar con todo tipo de recipientes (incluso los de cocina casera o tradicional).
Eso sí, no hay que olvidar que su superficie es más difícil de limpiar y que pueden producirse accidentes si hay una fuga de gas.
Al final no se trata de determinar cuál es mejor, la vitrocerámica o la inducción, sino de contar con profesionales cualificados para llevar a cabo una buena instalación, con independencia del sistema que decidas instalar.
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Índice
Diferencias entre vitrocerámica o inducción
Tanto las placas vitrocerámicas como las placas de inducción son sistemas de cocinas eléctricas, pero son muy diferentes. Para empezar, puedes ver sus características generales en la siguiente tabla:
¿Placa de inducción o vitrocerámica?
Placa de inducción | Vitrocerámica | |
---|---|---|
Funcionamiento | Se genera un campo electromagnético. | Funciona con resistencias eléctricas. |
Transmisión del calor | Se calienta y enfría rápidamente. | La transmisión del calor es más progresiva. |
Versatilidad | Hace falta adquirir recipientes especiales. | Se puede cocinar con todo tipo de recipientes. |
Facilidad de limpieza | Muy fácil de limpiar. | Pueden hacer falta productos especiales. |
Consumo energético | Más eficiente. | Gasto energético bastante elevado. |
Precio | Más elevado. | Más económica. |
Es importante dejar claro desde el principio que no hay un sistema especialmente mejor que el otro: simplemente cada uno tiene unas ventajas e inconvenientes que hay que valorar. Al final todo dependerá del uso que se le vaya a dar a la placa.
A continuación puedes obtener más información sobre cada tipo de placa de cocina.
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Funcionamiento de la placa de cocina
Las placas vitrocerámicas son placas lisas de cerámica vitrificada; este material no solo resiste bien el calor, sino que también puede transmitirlo con gran rapidez.
Funcionan gracias a varias resistencias circulares (normalmente, entre 2 y 4) que actúan como fogones. Estas resistencias se calientan gracias a la electricidad y transmiten el calor a la superficie. De esta manera se puede calentar cualquier recipiente, y se puede controlar la temperatura desde el panel.
En el caso de las cocinas de inducción, el sistema funciona gracias a un imán que crea un campo magnético que genera calor directamente en el recipiente colocado encima.
Es complicado determinar qué sistema es mejor, ya que cada persona puede encontrar más práctico un tipo de placa u otro. Lo más importante es que la instalación se lleve a cabo de forma adecuada para que la placa de cocina funcione correctamente.
Mejor funcionamiento: Ambas
Transmisión del calor
Con la vitrocerámica se consigue un calentamiento más progresivo, mientras que las placas de inducción transmiten el calor mucho más rápido.
¿Qué es más recomendable? Depende. La transmisión de calor progresiva puede ser necesaria para preparar determinados alimentos (como el café). En este sentido la placa de inducción está en desventaja, pero para cocinar pasta, arroz u otros alimentos en los que se requiere llevar líquidos al punto de ebullición, es más práctica.
Por otro lado, la vitrocerámica conserva el calor residual. Esto viene muy bien para terminar de cocinar ciertos alimentos incluso con los fogones apagados, pero al mismo tiempo pueden producirse quemaduras por accidente, sobre todo cuando hay niños pequeños.
Con la placa de inducción no se tiene este problema, ya que se enfría rápidamente en cuanto se apaga, y el calor se concentra en el recipiente, por lo que es menos peligrosa. Sin embargo, como la transmisión del calor también es más rápida, hay que tener cuidado para no quemar los alimentos.
Mejor transmisión del calor: Ambas
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Versatilidad
Para cocinar en una placa de inducción es necesario adquirir recipientes especiales, fabricados con un metal que pueda interactuar con el imán. Aunque hoy en día es posible encontrar una amplia oferta de productos, el hecho de tener que renovar el menaje de la cocina puede ser un inconveniente.
Por otro lado, normalmente es posible utilizar la vitrocerámica con todo tipo de recipientes (sartenes, cazos, cazuelas e incluso recipientes de barro), por lo que se le atribuye una mayor versatilidad.
Mayor versatilidad: Vitrocerámica
Facilidad de limpieza
Tanto la cocina de inducción como la vitrocerámica son fáciles de limpiar en comparación con los clásicos fogones de gas: son superficies lisas y en muchos casos basta con una bayeta húmeda para eliminar las salpicaduras.
No obstante, es cierto que para limpiar la vitrocerámica puede ser necesario utilizar productos especiales para eliminar los restos de comida que, tras caer a la zona de fuego, queden incrustados o pegados a la superficie.Esto no ocurre con la inducción, ya que, incluso si se derrama la comida, no se queda pegada. Y aunque en la vitrocerámica el calor se transmite igualmente a través de las impurezas, la inducción tiene una cierta ventaja en este aspecto.
Mayor facilidad de limpieza: Inducción
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Consumo energético
Como ya hemos mencionado, las placas vitrocerámicas funcionan gracias a resistencias eléctricas. Esto suele implicar un gasto energético bastante elevado.
Por otro lado, las placas de inducción actúan únicamente sobre la superficie del recipiente que se quiere calentar, evitando las pérdidas adicionales de calor. Es decir, que con este sistema se suele conseguir un menor consumo energético (hasta un 40 % menos en algunos casos).
Menor consumo energético: Inducción
Precio de instalación de vitrocerámica y placas de inducción
Para empezar, habría que señalar que el precio de la mano de obra para la instalación de una placa de cocina es muy similar, independientemente de si se va a instalar una vitrocerámica normal o de inducción.
El precio de instalar una placa de cocina suele oscilar entre 50 € y 70 €, pudiendo alcanzar cifras superiores a 100 € si se combina con la instalación de un horno.
Sin embargo, es cierto que las placas de cocina vitrocerámica suelen ser más económicas que las placas de cocina de inducción. Por eso, cuando se tiene en cuenta el coste del suministro e instalación, la vitrocerámica suele ser la opción más económica.Placa de cocina | Precio de instalación |
---|---|
50 € - 70 € |
Placa de cocina | Precio de adquisición |
---|---|
100 € - 1.600 €* |
* Las cocinas de inducción suelen partir de 140 € o 150 € y pueden alcanzar cifras cercanas e incluso superiores a los 2.000 €.
En cualquier caso, hay muchos factores que pueden influir en el precio del servicio. Por eso, tanto si quieres instalar una placa de cocina en Barcelona, como si quieres solicitar este servicio en Sevilla, en Alicante o en cualquier otra ciudad, lo más recomendable es comparar varias ofertas.
Menor precio: Vitrocerámica
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¿Vitrocerámica o inducción? Ventajas e inconvenientes
Antes de terminar queremos ofrecerte un pequeño recordatorio con los principales pros y contras de cada opción.
Vitrocerámica
Ventajas
- Se puede utilizar con todo tipo de recipientes.
- Su instalación es más económica.
- Se calienta de forma progresiva, lo que puede ser beneficioso para cocinar ciertos alimentos.
Desventajas
- Como conserva el calor más tiempo, aumenta el riesgo de sufrir quemaduras por accidente.
- Consume más energía.
Inducción
Ventajas
- Se calienta y enfría rápidamente.
- Es más fácil de limpiar.
- Consume menos energía.
Desventajas
- La inversión para instalarla es más elevada.
- Solo puede utilizarse con recipientes especiales.
Eso sí, no hay que olvidar que su superficie es más difícil de limpiar y que pueden producirse accidentes si hay una fuga de gas.
Al final no se trata de determinar cuál es mejor, la vitrocerámica o la inducción, sino de contar con profesionales cualificados para llevar a cabo una buena instalación, con independencia del sistema que decidas instalar.
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