Si te gustaría ser cuidador o cuidadora de personas enfermas o dependientes, en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para serlo.
Este tipo de trabajo, además, requiere de un autocuidado (aprender a cuidarse a uno/a mismo/a para evitar la ansiedad o el síndrome del cuidador quemado, entre otros) como también veremos más adelante.
La dependencia personal es la incapacidad funcional en el desarrollo de actividades y para su realización se necesita ayuda externa.
Una persona dependiente, en función del grado de dependencia, requerirá de mayor o menor asistencia para el desarrollo de su vida cotidiana.
Hay dos tipos de cuidadores; formal e informal. Vamos a ver las diferencias:
Hay ocasiones en las que las familias de personas enfermas o dependientes necesitan la ayuda de un profesional del cuidado que esté especializado en ello.
El perfil del cuidador de personas dependientes es fundamental y, para trabajar de ello, hay varias posibilidades con respecto a la formación en atención sociosanitaria.
Dependiendo de la especialidad, también se puede encontrar formación específica para determinadas enfermedades como alzhéimer, ELA o demencia, por ejemplo.
Como futuro cuidador o cuidadora, puedes encontrar estudios relacionados con el cuidado de personas, como: técnico auxiliar de clínica, auxiliar de geriatría, de psiquiatría, enfermería o FP de Grado Medio de técnico en cuidados auxiliares de enfermería, técnico en atención sociosanitaria y técnico en atención a personas en situación de dependencia. Este último es el que está más relacionado.
También está el grado de gerontología y cuidados geriátricos si el cuidado va a ser a personas mayores.
Además de la formación anteriormente mencionada, hay que contar con el Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales si vas a optar a puestos públicos.
También puedes informarte en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) de tu comunidad autónoma por si realizan cursos gratuitos o subvencionados para el cuidado de personas.
Para poder cuidar de una persona enferma o dependiente es necesario contar con la formación oportuna. A partir del 31 de diciembre de 2017 se hizo obligatorio contar con la titulación oficial para la atención y los cuidados de personas en situación de dependencia.
Ya no solo es que sea obligatorio para poder brindar los mejores y apropiados cuidados, también es ético y profesional formarse en ello.
En nuestro país para asegurar que las personas dependientes reciben una buena atención, a partir de 2022 solo pueden ejercer aquellos cuidadores que tengan una titulación oficial y, además, aquellos cuidadores que no tengan la titulación oficial, pero sí cumplan una serie de requisitos, deberán habilitarse para poder continuar trabajando.
En función de la comunidad autónoma, es posible que se pida seguir un procedimiento o una serie de documentos. Por lo general, suele ser la solicitud de inscripción, el DNI o NIE de la persona solicitante y la documentación que acredite la experiencia laboral y la formación no formal si se tiene.
Por ejemplo, en la web oficial de la Comunidad de Madrid puedes obtener más información para habilitarse como cuidador.
Los cuidadores de personas con dependencia, alzhéimer, párkinson y otras demencias o enfermedades cuentan con el respaldo de diversas asociaciones según la comunidad autónoma donde se ejerza.
En función de la salida laboral que se desee, habrá que tener un tipo de titulación u otra. Para trabajar en el sector público veíamos antes que es necesario contar con una titulación extra.
Para trabajar en una empresa, dependerá del tipo de puesto para que se haga necesario poseer una titulación o no, no obstante, hay empresas que ofrecen cursos propios o que subvencionan cursos externos para sus trabajadores.
Para trabajar por cuenta propia como, por ejemplo, como cuidador o cuidadora de hospital para particulares, también es necesaria contar con la formación oportuna, porque además van a necesitar determinados cuidados sanitarios.
Hoy en día, un cuidador no profesional es considerado familiar de la persona que vaya a cuidar siendo un familiar por nexo conyugal, consanguinidad, afinidad o adopción hasta tercer grado de parentesco. También parejas de hecho y tutores legales. Este tipo de cuidadores no profesionales pueden optar a una paga.
Las funciones de un profesional del cuidado de personas dependientes son, por supuesto, el cuidado y la supervisión, la ayuda con las necesidades básicas del día a día (higiene personal, ayuda a vestirse, acompañamiento al baño, alimentación, etc.), ofrecer compañía, supervisión de la toma de medicación en caso necesario, apoyo y ayuda en la movilidad, acompañamientos a centro médico, hospital u otros lugares que requieran de traslado y acompañamiento.
Esas son las tareas principales, no obstante, si el profesional y los familiares han acordado previamente que se realicen tareas del hogar como limpieza, también es posible que las lleve a cabo, sin embargo, un cuidador de personas dependientes no es un profesional que haga tareas relacionadas con el empleo del hogar a menos que también sea y ejerza como tal.
Para ser un buen cuidador o cuidadora se ha de tener unas habilidades y, por supuesto, vocación por el cuidado de las personas.
Más allá de la formación y titulación que hemos visto como requisito, podríamos decir que un buen profesional del cuidado tiene:
Hemos estado hablando a lo largo del artículo sobre cómo ser un cuidador de personas con dependencia, pero en muchas ocasiones, no se hace hincapié en lo necesario que es que el propio cuidador o cuidadora se cuide a sí mismo/a.
Cuidarse es necesario para evitar en la medida de lo posible o poder gestionarlo, el estrés, la ansiedad o una carga emocional que sobrepase al profesional.
Contar con la ayuda profesional como la de un psicólogo o tener una guía, herramientas y consejos útiles para cuidadores es fundamental, ya que para poder cuidar de otra persona primero hay que cuidarse a sí mismo, en lo que respecta a la salud física y mental.
La Universitad de Barcelona elaboró un documento muy completo llamado Los cuidados a personas con dependencia, donde también se ofrecen unas pautas detalladas y consejos sobre el cuidado de la salud y bienestar del cuidador, como la importancia de conocer el grado de dependencia de la persona, gestionar el estrés que supone este tipo de trabajo o cómo abordar situaciones delicadas, que podrás encontrar en ese enlace al documento.
Volver al principio
Este tipo de trabajo, además, requiere de un autocuidado (aprender a cuidarse a uno/a mismo/a para evitar la ansiedad o el síndrome del cuidador quemado, entre otros) como también veremos más adelante.
Índice
¿Cómo ser cuidador de personas dependientes?
La dependencia personal es la incapacidad funcional en el desarrollo de actividades y para su realización se necesita ayuda externa.
Una persona dependiente, en función del grado de dependencia, requerirá de mayor o menor asistencia para el desarrollo de su vida cotidiana.
En España existe el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD); un conjunto de servicios públicos y privados y de prestaciones económicas que, fomentados por la Ley de Dependencia española, se destinan a la promoción de la autonomía personal, así como a la atención y protección de las personas que están en situación de dependencia.
- El cuidador informal (no profesional) es aquella persona que ofrece asistencia y cuidados de manera no remunerada. Los cuidadores informales pueden brindar ayuda a personas mayores, por ejemplo. Un familiar puede ser cuidador informal de su pariente (con o sin dependencia), que le ayude en su higiene personal, realizar tareas del hogar, preparar comidas, etc.
- El cuidador formal es aquel profesional que se ha formado y cuenta con la titulación oportuna para ejercer de cuidador a cambio de una remuneración. Los cuidadores formales son aquellos que trabajan para personas mayores, personas con dependencia o enfermas.
Formación para el futuro cuidador/a
Hay ocasiones en las que las familias de personas enfermas o dependientes necesitan la ayuda de un profesional del cuidado que esté especializado en ello.
El perfil del cuidador de personas dependientes es fundamental y, para trabajar de ello, hay varias posibilidades con respecto a la formación en atención sociosanitaria.
Dependiendo de la especialidad, también se puede encontrar formación específica para determinadas enfermedades como alzhéimer, ELA o demencia, por ejemplo.
Como futuro cuidador o cuidadora, puedes encontrar estudios relacionados con el cuidado de personas, como: técnico auxiliar de clínica, auxiliar de geriatría, de psiquiatría, enfermería o FP de Grado Medio de técnico en cuidados auxiliares de enfermería, técnico en atención sociosanitaria y técnico en atención a personas en situación de dependencia. Este último es el que está más relacionado.
También está el grado de gerontología y cuidados geriátricos si el cuidado va a ser a personas mayores.
Además de la formación anteriormente mencionada, hay que contar con el Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales si vas a optar a puestos públicos.
También puedes informarte en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) de tu comunidad autónoma por si realizan cursos gratuitos o subvencionados para el cuidado de personas.
Requisitos
Para poder cuidar de una persona enferma o dependiente es necesario contar con la formación oportuna. A partir del 31 de diciembre de 2017 se hizo obligatorio contar con la titulación oficial para la atención y los cuidados de personas en situación de dependencia.
Ya no solo es que sea obligatorio para poder brindar los mejores y apropiados cuidados, también es ético y profesional formarse en ello.
En nuestro país para asegurar que las personas dependientes reciben una buena atención, a partir de 2022 solo pueden ejercer aquellos cuidadores que tengan una titulación oficial y, además, aquellos cuidadores que no tengan la titulación oficial, pero sí cumplan una serie de requisitos, deberán habilitarse para poder continuar trabajando.
Requisitos para obtener las habilitaciones oportunas
- Habilitación provisional: es aquella habilitación que se obtiene por poseer experiencia y conocimientos, no obstante, no se cumplen los requisitos para obtener la habilitación excepcional. Esta habilitación, como su nombre bien indica, solo es válida hasta el 31 de diciembre de 2022.
Hasta ese momento, el cuidador o cuidadora ha de formarse para obtener un título oficial de cuidados o solicitar una Evaluación o Acreditación de Competencias Profesionales. Para el caso de la evaluación, un tribunal será el encargado de otorgar la habilitación excepcional si esta persona demuestra su experiencia y conocimientos, y así lo considera.
Para obtener la habilitación provisional se debe cumplir uno de los dos requisitos que son: tener experiencia entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2017, pero no cumplir los 3 años requeridos para la excepcional. El otro requisito es haber tenido un contrato laboral para cuidar personas dependientes después del 25 de marzo de 2020 (incluido). - Habilitación excepcional: con esta habilitación el cuidador puede ejercer hasta el fin de la vida laboral cuidando personas dependientes, aunque también le sirve para trabajar en residencias o de asistencia domiciliaria.
Para poder obtener esta habilitación se ha de tener 3 años de experiencia laboral cuidando personas dependientes entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2017.
En el caso en el que no se lleguen a los 3 años de experiencia laboral, pero se cuenta con una formación no oficial extensa, es posible que se pueda compensar y cumplir de este modo el requisito.
¿Cómo solicitar la habilitación para ejercer de cuidador de personas dependientes en España?
En función de la comunidad autónoma, es posible que se pida seguir un procedimiento o una serie de documentos. Por lo general, suele ser la solicitud de inscripción, el DNI o NIE de la persona solicitante y la documentación que acredite la experiencia laboral y la formación no formal si se tiene.
Por ejemplo, en la web oficial de la Comunidad de Madrid puedes obtener más información para habilitarse como cuidador.
Los cuidadores de personas con dependencia, alzhéimer, párkinson y otras demencias o enfermedades cuentan con el respaldo de diversas asociaciones según la comunidad autónoma donde se ejerza.
En función de la salida laboral que se desee, habrá que tener un tipo de titulación u otra. Para trabajar en el sector público veíamos antes que es necesario contar con una titulación extra.
Para trabajar en una empresa, dependerá del tipo de puesto para que se haga necesario poseer una titulación o no, no obstante, hay empresas que ofrecen cursos propios o que subvencionan cursos externos para sus trabajadores.
Para trabajar por cuenta propia como, por ejemplo, como cuidador o cuidadora de hospital para particulares, también es necesaria contar con la formación oportuna, porque además van a necesitar determinados cuidados sanitarios.
Hoy en día, un cuidador no profesional es considerado familiar de la persona que vaya a cuidar siendo un familiar por nexo conyugal, consanguinidad, afinidad o adopción hasta tercer grado de parentesco. También parejas de hecho y tutores legales. Este tipo de cuidadores no profesionales pueden optar a una paga.
La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (Ley de Dependencia) reconoce en su artículo 18.1 el derecho a recibir esta paga:
Excepcionalmente, cuando el beneficiario esté siendo atendido por su entorno familiar, y se reúnan las condiciones establecidas en el artículo 14.4, se reconocerá una prestación económica para cuidados familiares.
El artículo 14.4 afirma que el beneficiario puede recibir esta ayuda “siempre que se den condiciones adecuadas de convivencia y de habitabilidad de la vivienda y así lo establezca su Programa Individual de Atención”.
Volver al principioEl artículo 14.4 afirma que el beneficiario puede recibir esta ayuda “siempre que se den condiciones adecuadas de convivencia y de habitabilidad de la vivienda y así lo establezca su Programa Individual de Atención”.
Tareas en el cuidado de personas enfermas o dependientes
Las funciones de un profesional del cuidado de personas dependientes son, por supuesto, el cuidado y la supervisión, la ayuda con las necesidades básicas del día a día (higiene personal, ayuda a vestirse, acompañamiento al baño, alimentación, etc.), ofrecer compañía, supervisión de la toma de medicación en caso necesario, apoyo y ayuda en la movilidad, acompañamientos a centro médico, hospital u otros lugares que requieran de traslado y acompañamiento.
Esas son las tareas principales, no obstante, si el profesional y los familiares han acordado previamente que se realicen tareas del hogar como limpieza, también es posible que las lleve a cabo, sin embargo, un cuidador de personas dependientes no es un profesional que haga tareas relacionadas con el empleo del hogar a menos que también sea y ejerza como tal.
Habilidades de un buen cuidador de personas dependientes
Para ser un buen cuidador o cuidadora se ha de tener unas habilidades y, por supuesto, vocación por el cuidado de las personas.
Más allá de la formación y titulación que hemos visto como requisito, podríamos decir que un buen profesional del cuidado tiene:
- La inteligencia emocional desarrollada; es capaz de gestionar sus propias emociones y las de la persona que cuida. Tiene mucha empatía.
- Paciencia.
- Flexibilidad.
- Iniciativa.
- Honestidad.
- Buenas habilidades comunicativas; no solo a la hora de comunicarse con la persona dependiente y sus familiares, sino también de escucha activa.
- Fortaleza.
- Implicación.
- Y, por supuesto, practica el autocuidado para evitar el síndrome del cuidador quemado o burn-out.
Cuidados para el cuidador
Hemos estado hablando a lo largo del artículo sobre cómo ser un cuidador de personas con dependencia, pero en muchas ocasiones, no se hace hincapié en lo necesario que es que el propio cuidador o cuidadora se cuide a sí mismo/a.
Cuidarse es necesario para evitar en la medida de lo posible o poder gestionarlo, el estrés, la ansiedad o una carga emocional que sobrepase al profesional.
Contar con la ayuda profesional como la de un psicólogo o tener una guía, herramientas y consejos útiles para cuidadores es fundamental, ya que para poder cuidar de otra persona primero hay que cuidarse a sí mismo, en lo que respecta a la salud física y mental.
La Universitad de Barcelona elaboró un documento muy completo llamado Los cuidados a personas con dependencia, donde también se ofrecen unas pautas detalladas y consejos sobre el cuidado de la salud y bienestar del cuidador, como la importancia de conocer el grado de dependencia de la persona, gestionar el estrés que supone este tipo de trabajo o cómo abordar situaciones delicadas, que podrás encontrar en ese enlace al documento.
Tal vez te interese también saber cómo hacerse enfermero/a autónomo/a si finalmente te decantas por estudiar enfermería o relacionado y dedicarte al cuidado de personas dependientes, enfermas o convalecientes en hospitales o a domicilio, por ejemplo.
Volver al principio
Este artículo ha sido escrito y revisado por: