¿Cuánto cuesta construir un invernadero?

Rango de precios

400 € - 6.000 €

Precio medio a nivel nacional
Estos precios son indicativos y no tienen en cuenta los cambios periódicos del mercado. Por ello, siempre aconsejamos pedir presupuestos para tener precios personalizados.
¿Cuánto cuesta construir un invernadero?
100 € 400 € 6.000 € 100.000 €

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Los invernaderos son recintos diseñados para generar determinadas condiciones (de temperatura, humedad, etc.) que permiten cultivar plantas fuera de la estación correspondiente y potenciar la producción. Tanto si te dedicas a la agricultura como si estás pensando en cultivar un huerto o jardín particular, es posible que te hayas preguntado cuánto cuesta construir un invernadero. Te lo contamos a continuación.

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Índice

¿Cuánto cuesta la construcción de invernaderos?


El precio de la construcción de invernaderos es muy variable, ya que cada recinto o estructura puede tener unas características distintas en función del tipo de cultivo, la climatología de la zona u otras cuestiones similares.

Es posible encontrar precios para construir un invernadero pequeño desde 100 €. Un invernadero de mayor tamaño (entre 25 m2 y 200 m2) puede costar entre 400 € y más de 6.000 €. Y, si nos centramos en los invernaderos para grandes cultivos agrícolas (varias hectáreas) los precios pueden oscilar entre 110.000 € y 280.000 €, y alcanzar cifras superiores a 400.000 € en algunos casos.
Si quieres obtener un precio más ajustado para la construcción de un invernadero, lo más recomendable es solicitar presupuestos a expertos en la fabricación y montaje de este tipo de estructuras.

Cuánto cuesta construir un invernadero

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¿Qué tipos de invernadero se pueden construir?


Dependiendo de la forma que se le dé a la estructura del invernadero, es posible distinguir muchos tipos distintos: invernadero de túnel, invernadero de capilla, invernadero curvo, invernadero tipo parral, invernadero de raspa y amagado...

En este caso vamos a centrarnos fundamentalmente en los invernaderos de túnel y los invernaderos de capilla.
  • Invernadero de túnel: Su estructura se conforma a partir de arcos sobre los que se coloca el revestimiento. Normalmente son muy estancos, resistentes y bastante fáciles de montar. Gracias a su forma es más difícil que el agua de lluvia se acumule, además de favorecer la ventilación. Por otra parte, estéticamente no es el tipo de invernadero más llamativo. También es posible encontrar invernaderos multitúnel.
  • Invernadero de capilla: Su forma podría compararse con el de una casa con tejado a dos aguas. Se considera un tipo de invernadero muy decorativo y además suele ser fácil de montar, no acumula agua en el tejado y puede tener facilidades en cuanto a la ventilación. Además, pueden utilizarse tanto cubiertas flexibles como cubiertas rígidas.

El precio de los invernaderos de túnel suele ser inferior al de los invernaderos de capilla. Aunque cuando se busca un invernadero económico, conviene tener en cuenta los invernaderos de raspa y amagado.

Materiales para la estructura


La estructura de un invernadero debe ser resistente y también conviene que pueda adaptarse o ampliarse dependiendo de las circunstancias en cada momento.

Los materiales más utilizados en estructuras de invernaderos son la madera, el PVC, el aluminio o el acero galvanizado. Los invernaderos de madera o PVC suelen tener un precio más económico (desde 10 €/m2) que los invernaderos de aluminio o acero galvanizado (desde 20 €/m2).
En la construcción de un invernadero es habitual que se combinen varios materiales dependiendo de las características que deba tener la estructura. Además, pueden intervenir materiales que no hemos mencionado, como el hormigón.

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Materiales para la cubierta


Las estructuras de los invernaderos pueden combinarse con paneles o láminas rígidas o flexibles, dependiendo de las características que deban tener.

Si nos centramos en el coste, una de las opciones más económicas suele ser el polietileno, que proporciona una cubierta de plástico flexible. Sin embargo, también es habitual utilizar otros materiales, como los recubrimientos acrílicos o el policarbonato.

Por otro lado, los invernaderos de cristal o vidrio tienen un elevado valor estético, y con la utilización de este material se consigue una adecuada entrada de luz, además de que es muy duradero. No obstante, su precio suele ser más elevado.

Sistema de riego


Para que el invernadero funcione correctamente, y se mantenga el nivel de humedad adecuado para las plantas y el suelo, es habitual instalar un sistema de riego automático.

Hay muchas opciones entre las que elegir: desde aspersores o microaspersores (que son fáciles de controlar) hasta el riego subterráneo (que es más costoso, pero también más estético al circular bajo el suelo).

Una de las opciones más populares es el riego por goteo, que puede automatizarse y permite regar las plantas gota a gota, evitando encharcamientos y haciendo un uso más eficaz del agua. Además, el precio del riego por goteo suele ser bastante asequible (entre 2 €/m2 y 4 €/m2).

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¿Cómo se calcula el presupuesto para construir un invernadero?


Es bastante habitual calcular el precio de la construcción de invernaderos teniendo en cuenta las dimensiones de la estructura.

El precio por metro cuadrado para la construcción de un invernadero suele oscilar entre 15 €/m2 y 40 €/m2. No obstante, es posible encontrar precios desde 7 €/m2 hasta 80 €/m2 o más de 100 €/m2, dependiendo tanto del modelo de invernadero como del equipamiento o los extras que se instalen.
Por ejemplo, el precio de un invernadero de túnel suele partir de 15 €/m2, mientras que un invernadero de capilla o a dos aguas puede superar los 70 €/m2.

Para construir un invernadero se tienen en cuenta aspectos como el tipo de suelo, la topografía, los vientos, los requerimientos bioclimáticos de los cultivos, las condiciones climáticas... Por lo que hay muchos factores que pueden influir en el precio final.

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Construcción de invernaderos

¿Qué equipamiento necesita un invernadero?


La tecnología que se decida utilizar para equipar el invernadero también influirá en el coste del proyecto.

Es bastante habitual incluir elementos adicionales en la construcción del invernadero: sistemas de ventilación y calefacción, pantallas térmicas, nebulización, suministro de dióxido de carbono, sensores de humedad, colectores de agua, iluminación artificial, mesas de cultivo...

Por ejemplo, las pantallas permiten controlar aspectos como la cantidad de luz, la temperatura o la humedad. De hecho, para controlar la temperatura se pueden instalar también sistemas de calefacción y refrigeración.

Al mismo tiempo se pueden instalar extractores para renovar el aire del invernadero, o removedores, para distribuirlo de forma más eficiente.

En relación con los niveles de humedad del invernadero, es posible instalar sistemas de nebulización y también hay sistemas de fertirriego, que permiten aplicar tanto el agua como los fertilizantes de forma simultánea.

Y los sistemas de aportación de CO2 pueden servir para favorecer la fotosíntesis de las plantas, consiguiendo una mayor productividad en los cultivos.
También hay que tener en cuenta que hay determinados géneros de cultivo, como los invernaderos hidropónicos (en los que no se necesita suelo para cultivar las plantas), que pueden requerir unas características concretas.

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Ventajas de construir un invernadero

  • Permite cultivar todo tipo de plantas, verduras, hortalizas o flores en cualquier momento del año.
  • Las plantas están más protegidas frente a plagas o enfermedades.
  • Se aumenta el rendimiento del cultivo.
  • Favorece el ahorro de agua y fertilizantes.
  • Es posible encontrar tipos de invernadero con un diseño muy estético.
Eso sí: hay que tener en cuenta que, para poder beneficiarse de estas u otras ventajas, lo importante es que el invernadero que se construya responda realmente a las necesidades de las plantas o vegetación que se quiera cultivar.

Para ello es importante contar con profesionales expertos en la construcción de invernaderos, que puedan crear un proyecto adaptado a las necesidades concretas en cada caso, y que también puedan encargarse del mantenimiento del invernadero.

Por ejemplo, es necesario controlar que los materiales se conserven en buen estado, y sustituirlos cuando no es así. Además hay que revisar el sistema de riego, para corroborar que funciona correctamente, y mantener limpios tanto los revestimientos como el suelo.

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