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¿Cuánto cuesta la calefacción eléctrica?
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Radiadores eléctricos
La instalación de radiadores eléctricos es muy útil en hogares, locales y oficinas con un bajo consumo de calefacción. De hecho, estos dispositivos constituyen una de las opciones más populares a la hora de elegir un sistema de calefacción.
Esa popularidad se justifica porque son más económicos en su instalación y suponen un coste menor que el de instalar gas natural para colocar radiadores de agua.
En cualquier caso, es una opción muy a tener en cuenta y aconsejable en los siguientes casos:
- Clima cálido: Si vives en un piso de hasta 100 m2 y tu localidad está en una zona templada. En este caso un sistema de calor de apoyo es suficiente. Podrías instalar radiadores eléctricos para la calefacción.
- Clima frío: Si tienes un piso de estas medidas pero tu localidad es de clima frío puedes instalar un sistema de acumuladores de calor eléctricos para la calefacción. Puedes economizar contratando una tarifa de discriminación horaria.
Tipos de radiadores eléctricos
Actualmente existen diferentes opciones en el mercado para instalar un sistema de calefacción con radiadores eléctricos.
- Emisores térmicos: Estos radiadores emiten un calor radiante y directo al ambiente. Su instalación es muy sencilla porque es suficiente con fijarlos a la pared cerca de un enchufe. Se suelen fabricar en aluminio, mármol o cerámica, aunque también es posible encontrar radiadores de mica. Además es posible encontrar emisores térmicos de bajo consumo, lo que favorece el ahorro en las facturas.
- Radiadores toalleros: Están diseñados para ser instalados en el cuarto de baño. Normalmente tienen forma vertical y varias barras horizontales para colgar y secar las toallas. Algunos tienen una funcionalidad también decorativa. Por seguridad se recomienda que se coloquen como mínimo a 60 centímetros de la zona de baño.
- Radiadores eléctricos por infrarrojos: En este tipo de radiador el aire no circula continuamente. Esto conlleva una ventaja importante porque evita que se levante el polvo y los convierte en una solución perfecta para personas con problemas como el asma. Además no resecan el ambiente porque no calientan el aire directamente. En cuanto a su instalación, suelen colocarse paneles tanto en el techo como en las paredes. De esta forma se consigue ahorrar espacio.
- Convectores eléctricos: Gracias a unas resistencias eléctricas, el aire se calienta. Al pesar menos, se eleva y calienta la estancia. Se recomiendan para estancias pequeñas, ya que consumen bastante energía y se enfrían con rapidez al apagarse.
- Acumuladores de calor: Dentro de los distintos tipos de radiadores eléctricos, estos dispositivos se encuentran entre los más eficientes. Permiten acumular el calor para desprenderlo más tarde. Se suele distinguir entre acumuladores dinámicos (más eficientes) y acumuladores estáticos (más económicos).
Por ejemplo, existe la opción de instalar paneles radiantes, que también son bastante modernos y discretos. Además es posible encontrar dispositivos con una buena relación calidad-precio y suelen ser bastante eficientes, aunque pueden llegar a consumir bastante energía.
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¿Cuánto cuesta instalar radiadores eléctricos?
El precio de instalación de este tipo de radiadores dependerá en gran medida de lo grande que sea la habitación. Primero necesitas calcular qué potencia va a ser necesaria para conseguir el efecto deseado.
Para que te hagas una ligera idea de cuánto puede costar un radiador en función de su potencia te ofrecemos la siguiente tabla de precios. Piensa que esto va a variar bastante dependiendo de la calidad del aparato:
PRECIOS DE LOS RADIADORES ELÉCTRICOS
Potencia | Precio |
---|---|
500 W (5 o 6 m2) | De 60 € a 200 € |
800 W (hasta 10 m2) | De 90 € a 500 € |
1.000 W (entre 10 y 15 m2) | De 120 € a 700 € |
1.500 W (entre 15 y 18 m2) | De 140 € a 900 €. |
1.800 W (hasta 20 m2) | De 160 € a 1.000 € |
Estos precios son aproximados y hacen referencia a radiadores eléctricos de calidad media. De hecho, algunos radiadores de calidad alta pueden llegar a costar más de 1.000 €. Y el precio de los acumuladores de calor eléctricos suele partir de cifras entre 400 € y 800 €.
Sea como sea, también habrá que sumar la mano de obra del profesional con el que cuentes para hacer la instalación.
Como el servicio no es especialmente complejo, el precio de la mano de obra podría partir de unos 20 € por unidad, aunque también puede variar.
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Bomba de calor
Este sistema suele combinar calefacción y aire acondicionado: gracias a una válvula inversora, el aire frío o caliente del exterior se transmite al interior del inmueble.
Es un sistema bastante eficiente que consume poca energía, pero el calor no siempre se distribuye de forma homogénea y tiende a dispersarse rápidamente.
¿Cuánto cuesta instalar una bomba de calor para calefacción?
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Suelo radiante
Como su propio nombre indica, el suelo radiante eléctrico suele instalarse bajo el pavimento de la vivienda (aunque también puede colocarse en paredes y techos). El calor se transmite gracias a una resistencia conectada a la red eléctrica.
Es un sistema de calefacción invisible, por lo que resulta una solución muy estética. Sin embargo, normalmente hace falta bastante obra para poder instalarlo, y no todos los tipos de suelo son buenos transmisores del calor. Por lo tanto, conviene recibir un asesoramiento experto sobre el tema.
¿Cuál es el precio del suelo radiante eléctrico?
Alternativas a la calefacción eléctrica
Aunque, por norma general, la calefacción eléctrica es más fácil de instalar, el gasto medio que puede suponer contar con este tipo de sistemas puede ser más elevado comparado con otras opciones.
La alternativa más habitual es la calefacción por gas natural, ya que el precio del gas suele ser más económico que el de la electricidad. Por lo tanto, aunque puede requerir una inversión inicial mayor, puede resultar más rentable a largo plazo.
¿Y si la red de distribución del gas no llega hasta la zona donde se encuentra al inmueble? En estos casos hay otras opciones, como la calefacción de gasoil. Al igual que ocurre con la calefacción de gas natural, la opción del gasóleo requiere una inversión inicial mayor, aunque el precio del combustible suele ser más económico.
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